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2015, Ciudad Futura
Horizonte del Plan Regulador de 1930
MUESTRA FADU UDELAR / DICIEMBRE 2016
INGRESAR AL PRIMER CAPÍTULO
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La construcción de la metrópolis
ANTEPROYECTO DE PLAN REGULADOR DE MONTEVIDEO. ESTUDIO DE URBANIZACIÓN CENTRAL Y REGIONAL
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“Estamos en presencia al cumplirse este año de 1930, de un progreso asombroso de la ciudad de Montevideo.Nuestra ciudad, organismo cosmopolita en pleno crecimiento, se ha transformado en los años que van de este siglo, de un pequeño núcleo urbano a una verdadera urbe. Una generación de paz, de trabajo, de activa dirección, nos ha permitido palpar realizaciones de lo imaginado tiempo atrás por cerebros videntes. Otra generación nos permitirá ver realizados los actuales proyectos, pero, nos habremos ya transformado en una gran urbe, con todas las complejidades inherentes a ella. Estaremos en las vecindades de los dos millones de habitantes” (1)
La lectura interpretativa más frecuente y extendida del Plan Regulador de Montevideo de 1930, lo ha considerado en tanto propuesta fallida, plan que no llegó a concretarse.(2) Un episodio más dentro de una serie de propuestas, acciones, legislaciones, normativas, proyectos urbanos, con la se describiría una trayectoria frustrante de las iniciativas urbanas en Montevideo.
Otras miradas lo suponen en tanto proyecto arriesgado y utópico y por tanto fatalmente condenado al papel, que más bien da cuenta de un momento disciplinar marcado por la influencia del movimiento moderno ciamista, que tiene en Le Corbusier su vocero más ilustre. Un momento rupturista con las ideas y las prácticas de la incipiente disciplina ensayadas desde finales del siglo XIX, y que tampoco tiene continuidad hacia adelante en la medida que las ideas ciamistas que lo animan son puestas en cuestión.(3)
La interpretación que se plantea, y que supone polemizar con las anteriores, advierte otras dimensiones en cuanto a sus intenciones y objetivos, y otras articulaciones con una construcción disciplinar de largas trayectorias y continuidades, que se vincula fuertemente con la construcción del imaginario urbano capaz de legitimar el andamiaje institucional que tienda a viabilizarlo.
Supone una interpretación que lo vincula fuertemente al contexto histórico y a las circunstancias específicas de sus actores. Supone alejarse de la visión del Plan en tanto tarea material concreta y revisarlo como aporte público, sensibilizador y didáctico, que abre discusiones sobre lo urbano y lo entiende como proyecto colectivo a construir. A la vez que mide, pone a prueba los conocimientos y destrezas alcanzados en sus instrumentos específicos.
Visto desde este punto de vista en la formulación del Plan Regulador podemos entender un programa específico que atiende: la construcción del imaginario de Montevideo como metrópolis moderna, expresión de un estado dinámico e integrador. Dar cuenta del los avances disciplinares y del expertis rápidamente alcanzado por los profesionales nacionales formados en la naciente disciplina dentro de una todavía joven academia. E impulsar al sector político gubernamental a comprometerse con la profundización del diseño institucional y la definición de roles específicos para llevar adelante el desarrollo de la ciudad entendida como expresión visible del colectivo social.
La celebración del Centenario de la Jura de la Constitución, es programada sin inocencia desde la elite económica y los sectores políticos dirigentes como momento de reflexión exaltada de los logros colectivos de la vida republicana, (4) dando cuenta del optimismo y del “querer hacerlo todo” que caracterizaba el momento del país (5)
El centenario es concebido antes que nada como una ocasión propicia para afirmar ciertos aspectos morales y civilizatorios. Es una celebración que se orienta más hacia el futuro que al pasado, se presenta más modélica que historicista, asociada con la ejecución de un amplio plan de obras públicas y de leyes sociales. Un momento para asentar relatos y convicciones que contribuyan a cohesionar la cultura social.
La circunstancia es inmejorable para amplificar y volver a colocar en la agenda pública el horizonte del futuro urbano de Montevideo.
Meses antes de iniciar el trabajo en el Plan, y seguramente con gestiones avanzadas, estratégicamente, Cravotto propone a la Directiva de SAU la recopilación de todos los antecedentes existentes en materia urbana normativa.
Tarea claramente preparatoria, que es aceptada y que emprende con la colaboración de Eugenio Baroffio, proponiendo al finalizar su publicación. (6)
No es una ocurrencia astuta, se trata de una demanda que desde hace una década se está persiguiendo.
Desde el momento en que los contenidos urbanos pasan a ser parte de la formación del arquitecto, establecidos por ley con la creación de la Facultad de Arquitectura en 1915, los arquitectos se habían involucrado fuertemente en los temas urbanos, entendiéndolos además desde su interés público.
Y desde 1925, la no formalización del Plano Regulador, en un escenario de constante expansión y de realizaciones de importantes obras de carácter urbano, se entiende como una postergación que preocupa y que es sistemáticamente reclamada con urgencia.
Las preocupaciones en torno al futuro de la ciudad, no solo tenían que ver con la problemática de la expansión de baja densidad, la falta de servicios, etc. Junto a la identificación de estas problemáticas se plantea la preocupación por el carácter urbano.
El carácter simbólico, el imaginario global de gran ciudad, la idea de metrópoli estaba desde hacía largo tiempo delineándose:
Revista Arquitectura Nº 96, 1925, Revista Arquitectura Nº 119, 1926, Revista Arquitectura Nº 160, 1930
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La construcción de la metrópolis
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El carácter simbólico, el imaginario global de gran ciudad, la idea de metrópoli estaba desde hacía largo tiempo delineándose:
Después de una breve estadía en París y de haber recorrido las viejas ciudades de Italia y España, y las nuevas que Francia ha construido en el norte de África llegué a convencerme de la necesidad de dar carácter de ciudad a nuestra capital.» (7)
“El porvenir de la ciudad se encuentra comprometido por la falta de previsión de sus necesidades futuras, por la carencia de unidad en la obra de su progreso. Montevideo se ha formado y ha crecido un poco a la diable, sin mayores preocupaciones, sin gran fe en lo futuro como una aldea que sólo aspira a seguir siendo aldea.”(8)
“… una ciudad como Montevideo de medio millón de habitantes no ofrece en su aspecto las características de gran ciudad. Y asombra pensar que en ciertas ciudades europeas, muy inferiores en número, la intensidad de la vida urbana y la comodidad de la misma sea infinitamente superior a la nuestra… “(9)
"Cada centro urbano tiene así, en virtud de este principio, su rol bien definido, y dispuesto para cumplir con eficacia su función dentro del complejo conjunto que es la ciudad, la que - para usar un elocuente y conocido símil - no es otra cosa, en síntesis, que una complicada máquina en la que cada elemento constitutivo tiene asignado su trabajo, limitado su sitio, todo disciplinado y subordinado a un objetivo integral, que es el desarrollo económico de la ciudad, en la más libre amplitud de la expresión… la ciudad, la que - para usar un elocuente y conocido símil - no es otra cosa, en síntesis, que una complicada máquina en la que cada elemento constitutivo tiene asignado su trabajo, limitado su sitio, todo disciplinado y subordinado a un objetivo integral, que es el desarrollo económico de la ciudad, en la más libre amplitud de la expresión.”(10)
Esta es la preocupación a la que el Plan Regulador da forma, la construcción de la metrópolis futura. Agorio comentando la propuesta parece entenderlo claramente:
En el estudio del Plano Regulador que nos ocupa hay una trama de hechos fundamentales cuya influencia rigurosa no se puede negar. De ese esqueleto surge una solución - ¿la única?- No-
Otras podrán plantearse porque los criterios de previsión no pueden ajustarse todos al mismo molde y además no olvidemos que, en una solución urbanística, se fuerza un desarrollo hacia una forma integral, que no tiene porqué ser única, pero que tiene valor cuando es un complejo armónico asentado sobre un terreno de hechos… Como otros que lo precedieron el trabajo del Arqo. Cravotto y sus colaboradores vuelve a plantear el problema del futuro para Montevideo…Alrededor de esos puntos está girando el porvenir de una gran ciudad.” (11)
Se trata de la concreción de un imaginario que recoge aspiraciones colectivas y plurales, que respondiendo a su tiempo, integra deseos y formulaciones pasadas.
Como reconoce explícitamente Cravotto:
“en [el] Plan existen soluciones imaginadas, proyectadas y realizadas por personas y técnicos que de forma directa o indirecta han contribuido a la depuración del análisis, es honesto expresar un agradecimiento a alumnos, colegas, ingenieros o amigos del bien de la ciudad.”(12)
El progresivo desarrollo que, en materia urbanística se fue procesando desde la institucionalización de la disciplina en los cursos de Arquitectura, encontraba escasos espacios para mostrarse, menos públicamente.
La coyuntura de los festejos del centenario, parece también momento oportuno para demostrar los avances alcanzados y dar un paso más en la legitimación de la importancia de los estudios urbanos. A la vez que posibilitar a las figuras nacionales vinculadas al estudio específico de las problemáticas urbanas, demostrar las novedades en la materia y el rigor y el expertis que se venía madurando.
En particular la figura de Cravotto, que ya tenía desarrollada una trayectoria enfocada en las cuestiones urbanas, encuentra un momento para la síntesis de ideas y su cristalización en una esperada (primera) propuesta profesional en ese campo.
Cravotto, primer ganador del gran premio de la Facultad, había accedido a la beca diplomática que le facilitaba un viaje académico, que emprende durante tres años, como experiencia de captación de conocimiento, entre 1918 y 1922. Las actividades en su larga estadía en Estados Unidos y Europa evidencian, aunque no exclusivamente una gran inquietud por los temas urbanos. En Estados unidos se interesa y visita las propuestas urbanas vinculadas al movimiento de parques urbanos, en particular la obra de Olmstead, y se informa de primera mano y adquiere publicaciones pioneras del Movimiento de Planificación de Ciudades.(13)
Ya en Europa, durante su estadía parisina, se matricula en los cursos de verano del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad de París, donde toma clases con León Jaussely y Marcel Poëte, a quienes reconocerá siempre como pioneros y maestros. La experiencia en París le permitirá, además de interiorizarse en las renovadas posiciones del urbanismo Francés, tener contacto con la institucionalidad que la nueva generación urbana francesa tejía, que operaba no solo en el ámbito académico nacional, sino que incorporaba enfoques disciplinares de la tradición anglosajona y alemana, se articulaba con las instituciones de gobierno urbano y se mostraba activa en la construcción de vínculos con el exterior.
A su regreso, se incorpora a la naciente cátedra de Trazados de Ciudades y Arquitectura Paisajística, ejerciendo la titularidad desde 1926, donde desarrolla una tarea comprometida con los problemas urbanos nacionales. A la vez, promueve vinculaciones académicas, profesionales, y un actualizadísimo intercambio bibliográfico, en la búsqueda de consolidar y expandir el campo disciplinar.
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Esta trayectoria legitimante es detallada por el propio Cravotto en el documento del Plan. Comentando la gestación del trabajo anota:
…”en lo que me es personal…Una observación directa del problema del urbanismo realizada en prolongados viajes y estadas en ciudades del mundo… En el ejercicio de la Cátedra que tuve el honor de iniciar en la Facultad de Arquitectura, pude obtener, en forma concreta la colaboración de los alumnos, mentes modernas,… soluciones a los temas de sobre urbanización de Montevideo…que mas tarde han tenido forma tangible en el plan que acabamos de formular.” (14)
Entre las “mentes modernas” del alumnado se encuentran quienes apenas recibidos integrarán el equipo del Plan Regulador: Octavio de los Campos, Hipólito Tournier, Milton Puente y Américo Ricaldoni.
La revisión de los ejercicios académicos de la cátedra de Trazados que aparecen periódicamente publicados
Arquitectura y son exhibidos en los Salones de Arquitectura. (15), evidencia la consideración de Cravotto de reconocerlos como instancias de estudio previas. Como aportes que parcialmente son retomadas en el Plan Regulador. Dando cuenta de un enfoque docente deliberado, de relacionar la academia con la agenda urbana de la ciudad.
Los temas y soluciones ensayadas, tal como reconoce Cravotto, están en relación con los enfoques y propuestas del plan, citamos como ejemplos:
- Trabajo sobre la congestión en la península de 1926 "Se constatan problemas de tráfico y estacionamiento, se consideran terminales fluviales y la extensión del puerto hacia el norte... Ha sido pues nuestro trabajo encaminado principalmente a resolver el problema de circulación; sin olvidar otros, como la aireación para la que hemos establecido zonas enjardinadas. Todo ello con un criterio práctico de moderación respetando en lo posible lo existente y sin tocar un solo edificio público, ni de importancia.” (16)
- Estudio de Urbanización, Un Parque en la zona norte de Montevideo de 1927.
El proyecto estudia la red de Avenidas principales de acceso y vías de enlace con los demás parques públicos, definiendo así el sistema de espacios libres; se estudian varios parkways y un waterway, avenida parque, a ambos lados del Arroyo Miguelete, llevando el paseo hasta el Hipódromo. (17)
- Un barrio para obreros en los suburbios de la ciudad, de 1928.
El programa planteado en el ejercicio supone “un terreno en los suburbios de la ciudad donde el Municipio proyecta construir un barrio, con el objeto de facilitar a cierta parte de sus obreros viviendas sanas y confortables.(18)
- Un Balneario Centenario (barrio balneario en Carrasco).
La propuesta deberá tener dos zonas, una municipal dedicada a hotelería y otra privada teniendo en cuanta las capacidades financieras del pueblo, atendiendo especialmente el tamaño de lotes, sus plantaciones, servidumbres y orientaciones. (19)
Revista Arquitectura, Nº 112, 1927
Revista Arquitectura, Nº 124, 1928 y Nº 166, 1931
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- Un Barrio para Empleados de 1930
Programa: con una extensión de seis manzanas en localización a proponer se desarrollarán bloques de viviendas de seis niveles con todos sus servicios que el proyectista considere necesario para desarrollar un barrio.(20)
Esta relación entre estudios disciplinares y problemáticas urbanas, no era exclusiva del la Facultad uruguaya. Los Congresos Pan Americanos de Arquitectos, que desde el 20 se venían realizando, explícitamente la impulsan, entendiéndola como parte de la plataforma moderna urbana que progresivamente se van delineando.
Así el Plan Regulador, entendido como plan de ensanche y extensión se nutre de una serie amplia de recursos ideas y experiencias.
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Procesadas de manera compleja, se rastrean una gama amplia de influencias, La sistematicidad orgánica del urbanismo alemán, la planificación regional y los desarrollos de la ciudad jardín, las búsquedas de carácter simbólico del Arte Cívico, se manejan desde una posición integradora. Y si bien hay una enorme confianza en las posibilidades abiertas por las nuevas técnicas del urbanismo, explorando los problemas urbanos de forma “científica” y sin cuestionamientos directos a las políticas de la ciudad liberal, la tradición esteticista, embellecedora, no es eliminada completamente.
El espíritu moderno que lo anima de ninguna manera puede reducirse a una influencia o recurso fundamental, incluso el lenguaje con que se expresan sus contenidos da cuenta de las distintas líneas que pretende articular.
La legitimidad disciplinar y profesional de los autores, que estaría concretándose en el plan, se expresa, demostrando un manejo solvente, amplio y selectivo de los temas y recursos del urbanismo moderno cientista, integrándolos con algunos aspectos de la práctica urbana decimonónica que la abordaba como hecho tridimensional.
“Nos son personales, el procedimiento de estudio, la organización integral… Otras soluciones coinciden con las formuladas en otras épocas…
En Urbanismo –coordinación de elementos en vista del bienestar social – se trabaja con varios elementos primarios.
El espacio urbano (viario, libre, plantado)
Con los edificios individuales, colectivos, públicos y de utilidad pública
Con la dinámica urbana.” (21)
El proceso de construcción del país moderno en las primeras décadas del siglo XX, identificó a la ciudad como espacio donde se expresaban los conflictos y contradicciones de la sociedad, y a la vez como espacio especialmente eficaz desde donde impulsar el proyecto modernizador, a partir de la configuración expansiva de lo público como factor disciplinante y civilizador, que podía operarse en términos instrumentales y simbólicos.
Desde el surgimiento de la Arquitectura como disciplina autónoma, a instancias de actores políticos vinculados al sector batllista, se la consideró como el área mas adecuada para encargarse de la dimensión pública con que se enfocaron los temas urbanos. (22)
Dentro de la delimitación de las atribuciones de la arquitectura, la “urbanística” y el carácter de los instrumentos de transformación y regulación urbana, se presentaban inevitablemente vinculados a la institucionalidad política y gubernamental. Suponían un espacio de confluencia, no exento de conflicto de intereses, entre la disciplina y las circunstancias socio económicas, decisiones políticas, instituciones de gobierno y capacidades técnicas.
Y así fue tomado desde muy temprano.
Los Congresos Pan-Americanos de Arquitectos, que tiene su primera edición en 1920, abren un espacio de discusión disciplinar, donde entre otros temas se discuten las relaciones con el sector gubernamental, mostrando una posición activa y comprometida:
“La labor de los Congresos es, en todos aquellos problemas de orden general llamar la atención, con sus conclusiones de los Gobiernos que deben ser los ejecutores si es que en realidad aciertan a medir la importancia de la obra que se les demanda y la eficacia de los medios para llevarla a la práctica. No mediando esa atención es estéril el trabajo que los profesionales dedican a esos grandes problemas generales."(23)
Desde el primer congreso promovido por los arquitectos uruguayos, el espacio de discusión sobre temas urbanos, se pronuncia “porque las autoridades nacionales y locales de todos los países de América, legislen en forma práctica y de perentoria obligación inicial, el estudio y la adopción de planos reguladores” (24)
Las siguientes conferencias celebradas en Santiago, Buenos Aires y Río de Janeiro, reiteran y profundizan esta demanda, sumándole el reclamo de la instalación de oficinas técnicas especializadas que posibiliten la formulación de planos de regulación.
En la línea de las demandas de los Congresos Pan-Americanos, los profesionales nacionales sistemáticamente reclamarán atender la legislación en materia urbana y en particular la formulación de planes reguladores para atender el ordenamiento y crecimiento de las ciudades y la creación de espacios técnicos específicos dentro de las instituciones municipales y nacionales competentes.
Si bien se trataba de reclamos en todo alineados con la obsesión técnica y legalista que caracterizó a la política moderna -reguladora e intervencionista- del reformismo batllista, (25) estas demandas veían diferida su concreción.
En 1925, celebrando el anuncio de la creación de una comisión que analice un plan regulador, que no fue finalmente conformada, Arquitectura publicaba:
“Después del gran esfuerzo realizado en 1911 con el Concurso Internacional de Plano Regulador de Montevideo, poco o nada se ha hecho en materia de urbanismo…
El plano regulador debe surgir de los trabajos de esa Comisión, lo mismo que las reglamentaciones que encaucen el desenvolvimiento urbano y pongan fin al desmañamiento de nuestro progreso. El porvenir de Montevideo depende
en mucho de ello y es necesario que los errores cometidos no sigan acumulándose con el correr de los años.”(26)
Años después el reclamo seguía planeado tomando giros cada vez más explícitos. Juan Scasso en una nota titulada “Urbanismo y política”, directamente argumenta sobre la responsabilidad disciplinar de ocupar cargos de gobierno:
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"El Arquitecto debe anhelar la conquista de los puestos colectivos de gobierno y debe influir desde ellos en las actividades generales, con la confianza de que puede ser sin- reserva alguna, un agente activo, un factor eficaz de regulación, de armonización y de previsión. Y entre todos los Arquitectos, los más jóvenes, los que por fuerza de sus estudios de urbanismo que adquieren en facultad tienen mayor especialización en las cuestiones de gran alcance social deben ir a las luchas políticas buscando los puestos, para "urbanizar” la acción, para conseguir el bien"(27)
En este escenario, la propuesta del Plan puede entenderse también, como otra manera de reivindicar estas demandas, como búsqueda activa de concretar una necesidad pendiente.
No resulta nada casual la forma en que se “asocia” con un grupo de importantísimas figuras de la elite empresarial y política, quienes se presentan como los “donantes” de la propuesta para Montevideo.
El documento de presentación elaborado maneja deliberadamente el relato: a iniciativa de un grupo prestigiado de ciudadanos, se ofrece un trabajo que “aportará a la laboriosa y fecunda acción municipal”, que “puede serle de utilidad en la gestión que le ha confiado el pueblo de la capital”
El movimiento parece claro, ex presidentes, profesionales y empresarios, figuras célebres asociadas a los dos partidos políticos, coinciden en la necesidad de un plan para la ciudad, para eso se vinculan a técnicos nacionales, que viabilizan la propuesta. No se trata de un reclamo de los arquitectos urbanistas, la urgencia económica y política del plan es un planteo consensuado, legitimado por actores de primera línea del país.
Imaginario de futuro, formador de subjetividad, consolidación y ampliación disciplinar, articulación entre el sector técnico profesional y las funciones de gobierno, son objetivos que pueden leerse en la formulación del Plan Regulador.
En años posteriores se sucederán una serie de movimientos, la creación del Instituto de Urbanismo como área de investigación académica en temas urbanos, la formulación de normativas y legislaciones en materia urbana y la creación de la oficina del Plan Regulador como dependencia dentro del gobierno municipal, que será asumida por Américo Ricaldoni.
Si bien no pueden entenderse como logros específicos desprendidos de la propuesta del plan, sino mas bien como resultado de un escenario general que los propiciaba, el rol jugado por los redactores es notorio. Desde este punto de vista, las repercusiones y concreciones del plan, su fracaso o éxito queda todavía sujeta al análisis.
1- Anteproyecto de Plan Regulador de Montevideo, 1930. Nota elevada al Consejo Departamental por la Comisión prestigiadora.
2- Liliana Carmona, María Julia Gómez, “Montevideo. Proceso Planificador y crecimientos”, Facultad de Arquitectura, Universidad de la República, 1999
3- Ver argumentos sostenidos por Barracchini y Altezor en “Historia urbanística de la ciudad de Montevideo”, Trilce, 2010 y Laura Alemán “Hilos rotos”, Hum, 2012.
4- Real de Azúa, C., “Los orígenes de la nacionalidad uruguaya”, Arca, 1991. Además de dar cuenta de los móviles políticos por detrás del debate de las fechas a conmemorar, se refiere con agudeza e ironía sobre la dificultad de consenso y a la artificialidad deliberada y eufórica con que se promovieron los festejos vinculados a la independencia. También en el editorial de la Revista Anales, 1930, Nº102 se da cuenta del clima generado en torno, ahora, específicamente de los festejos del ´30: “una sola voluntad parece haber inspirado la doctrina del enaltecimiento nacional, en una extraña solidaridad de las energías íntimas del pueblo y de sus gobiernos”
5- Real de Azúa, Carlos., “El impulso y su freno”, Biblioteca Artigas, 2009.
6- Mery Méndez y Elena Mazzini, Polémicas de arquitectura en el Uruguay del Siglo XX, UdelaR, 2011, p. 83.
7- Aurélio Lucchini en Julio Vilamajó, su arquitectura, UdelaR, 1970. Cartas del Becario Vilamajó de 1922 al Consejo de la Facultad
8- Revista Arquitectura, Nº 96, 1925, p. 243.
9- Revista Arquitectura, Nº 107, 1926, p. 218. Eugenio Baroffio presentando las conferencias de León Jaussely
10- Revista Arquitectura, Nº 119, 1927, p. 295. Juan Scasso, Consideraciones urbanas.
11- Revista Arquitectura, Nº 160, 1930, p. 50. Comentarios de L. C. Agorio al Plan Regulador
12- Documento del Plan Regulador. p. 12
13- La biblioteca del archivo Cravotto, así como las investigaciones que están estudiando el itinerario seguido en sus viajes da cuanta de esto.
14- Documento del Plan Regulador. p. 11 y 12
15- Revista Arquitectura 1928, Nº 124 pag. 68. Exibido en VII Salón de Arquitectura de 1928, ver Revista Arquitectura, Nº 130, 1928, p. 196
16- Trabajo publicado con introducción de Cravotto en Revista Arquitectura, Nº 112, 1927, p. 65. y exhibido en VII Salón de Arquitectura de 1928, comentado como “temas prácticos de gran actualidad”, ver Revista Arquitectura, Nº 130, 1928, p. 196
17- Revista Arquitectura, Nº 124, 1928, p. 68. Exibido en VII Salón de Arquitectura de 1928, ver Revista Arquitectura, Nº 130, 1928, p. 196
18- Revista Arquitectura, Nº 131, 1928, p. 233
19- Revista Arquitectura, Nº 155, 1930, pag. 356
20- Revista Arquitectura, Nº 166, 1931, p. 203
21- Documento del Plan Regulador. pag. 13 y 16
22- Méndez M. y Mazzini E., op. cit.,
23- Revista Arquitectura, 1927, Nº 111, pag., 26
24- Revista Arquitectura, Nº 115, 1927, p. 125
25- Caetano G., “La República Batllista”, Banda Oriental, 2015, “El hiperlegalismo”, p. 144.
26- Revista Arquitectura, Nº 86, 1925, p. 3
27- Revista Arquitectura, Nº 171, 1932, p. 27-29
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La comisión prestigiadora
EL GRUPO DE NOTABLES QUE PROMUEVEN EL PLAN
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El Anteproyecto de Plan Regulador de Montevideo, Estudio de Urbanización Central y Regional, nace apadrinado por cinco notables de la época, que en virtud de la celebración del Centenario, pretendían obsequiarle a Montevideo un plan que aportara conocimiento a la producción de ciudad. Este mecanismo de apadrinamiento por parte de grupos de ciudadanos influyentes era aparentemente habitual en la época, pudiéndose reconocer el mismo en otros planes, como por ejemplo, el de de San Francisco promovido por la Asociación para la Mejora y el Adorno de San Francisco entre 1902-05 o el plan de Chicago impulsado por la Cámara de Comercio en 1909, ambos realizados por Burnham y Bennett.
En ese marco, la Comisión Prestigiadora integrada por José Serrato, Baltasar Brum, Alejandro Gallinal, Numa Pesquera y Horacio Mailhos, contrata al arquitecto Mauricio Cravotto, para desarrollar el anteproyecto en cuestión y lo donan al Consejo Departamental de Montevideo.
En la conformación de dicha Comisión, se puede apreciar que pese a la heterogeneidad de los integrantes en lo relativo a sus profesiones, áreas de conocimiento y orientación política (dos ex presidentes, senadores, empresarios del agro y de la industria), los cinco podrían reconocerse como ciudadanos de la alta sociedad con participación activa sobre los procesos de transformación de la ciudad y con una mirada progresista, traducida en la certeza de que en la modernización de la capital de nuestro país estaba la clave para un futuro auspicioso.
En la carta de presentación del documento del Plan, Cravotto saluda a la Comisión y agradece especialmente al Sr. Horacio Mailhos, a quien llama el principal animador de éste. 1 Esa mención particular sustenta la teoría de que fue Mailhos quien invitó a este grupo de hombres a formar parte de la Comisión, ya que la gran mayoría eran de su círculo de allegados. Por otro lado, la ausencia de
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José Serrato (1868-1960)
Ingeniero civil, político y presidente constitucional de la República en el período 1923-1927.
documentación concreta sobre un ámbito que los convocara a todos juntos anteriormente dispara la hipótesis de que quizá fuese el mismo Cravotto quien estableciera el contacto con su gran amigo de la infancia, Horacio Mailhos, y lo invitara a participar en este emprendimiento, buscando financiación para llevar a cabo la materialización de sus ideas para nuestra ciudad, proceso que tenía como antecedente a la denominada Comisión del Plano Regulador de Montevideo, creada en 1925 con el fin de proponer un plan orgánico de realización inmediata y previsión para la ciudad de Montevideo 2.
Si bien ambos escenarios son difícilmente comprobables, lo que sí se puede afirmar es que más allá de quien haya sido la persona que estableció el primer vínculo para que este anteproyecto se pudiera llevar a cabo, el espíritu progresista y la preocupación por el devenir de Montevideo eran una preocupación compartida, tanto por la Comisión, como por el equipo del Plan Regulador.
Baltasar Brum (1883-1933)
Numa Pesquera (s/d-1964)
Horacio Mailhos (1983-1967)
Alejandro Gallinal (1872-1943)
Abogado, político y presidente constitucional de la República en el período 1919-1923.
Médico, político y empresario.
Empresario, filántropo.
Empresario.
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EL GRUPO DE NOTABLES QUE PROMUEVEN EL PLAN
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Nacido el 30 de setiembre de 1868 en Montevideo, su formación académica estuvo ligada a reformas de la enseñanza en distintos niveles; cursó primaria y secundaria en la escuela y liceo Elbio Fernández, fundada por José Pedro Varela y auspiciada por la Sociedad de Amigos de la Educación Popular 1. En 1888 ingresó a la Universidad de la República, cuyo rector era Alfredo Vásquez Acevedo. Se graduó en 1892 de ingeniero civil y junto con Pedro Magnou y Eduardo García de Zúñiga, fueron los tres primeros egresados de esa Facultad en nuestro país.
Durante su vasta actividad profesional desempeñó múltiples cargos en la actividad pública, fue catedrático en la Facultad de Ingeniería, director de obras municipales de Montevideo, secretario de la Comisión de estudios del Puerto, entre otros. La exposición y el buen desempeño en estos cargos le valió su incorporación a la Cámara de Representantes como diputado por Montevideo. Tuvo una vida activa en la política, destacándose su gestión como ministro de Hacienda en los dos gobiernos de José Batlle y Ordóñez, en donde logró que el país alcanzara superávit por primera vez en su historia financiera. Desde su ministerio nacionalizó el Banco República, creó la Caja de Jubilaciones y el Banco Hipotecario y con el mismo sentido promovió la Ley nº 7395, más conocida como Ley Serrato 2, que otorga el derecho a adquirir préstamos para vivienda a trabajadores del sector público y privado.
En 1922, con el apoyo unánime de un fraccionado Partido Colorado, Serrato se postula a la presidencia de la República en la primera elección por voto popular en Uruguay (resultante de la reforma de la Constitución de 1918). Ese mismo año, el pueblo lo elige Presidente. Su mandato transcurrió desde 1923 hasta 1927, durante el mismo se inauguró el Palacio Legislativo.
Participó activamente también de la vida cultural y deportiva de nuestro país, sobre todo del fútbol, en donde se lo puede ver -junto con Baltasar Brum, entre otros- como miembro del comité pro estadio para el Club Nacional de Fútbol y como mediador responsable de que en 1925, a través del Laudo Serrato 3 y en calidad de Presidente de nuestro país, se rompiera con el cisma que mantenía dividido en dos instituciones al fútbol uruguayo: la Asociación Uruguaya de Football y la Federación Uruguaya de Football.
Luego de finalizado su mandato, Serrato se alejó durante varios años de la política y se dedicó a la actividad privada ocupando el cargo de presidente de Cristalerías del Uruguay S.A, hasta 1943, año en que asumió el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores, puesto que ocuparía hasta 1945.
José Serrato (1868-1960)
Ingeniero civil, político y presidente constitucional de la República en el período 1923-1927.
1.La Sociedad de Amigos de la Educación Popular (SAEP). Sociedad creada por José Pedro Varela, Elbio Fernández, Carlos María Ramírez, Alfredo Vásquez Acevedo y otros ilustres intelectuales de su época.
2.Ley nº 7395 del 13 de julio de 1921. Los empleados públicos y los empleados y obreros de empresas particulares, comprendidos en los beneficios de las leyes sobre jubilaciones, que tengan más de diez años de servicios y que estén en situación legal de jubilares y de percibir la asignación correspondiente, si se encontraran en algunos de los casos previstos para ello, podrán realizar con el Banco Hipotecario, además de las operaciones ordinarias de este, y en las condiciones especiales determinadas por esta ley, las que siguen: a. Adquisición de fincas de propiedad del Banco. b. Adquisición de fincas pertenecientes a particulares. c.Préstamos de edificación.
3. Laudo Serrato es como se denomina a la intervención del Presidente de la República como mediador en las disputas de la Asociación Uruguaya de Fútbol y la Federación Uruguaya de Football.
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Hijo de José Brum, un ganadero con grandes extensiones de campo en el departamento de Artigas y Auristella Rodríguez d'Almeida, Baltasar Brum nace el 18 de junio de 1883 en el seno de una familia acaudalada. Su situación de privilegio le permite cursar los estudios de primaria con una maestra particular desde la estancia Catalán propiedad de su padre, luego matricularse en el instituto Osimani y Llerena en Salto y una vez culminado el bachillerato, mudarse a Montevideo para comenzar sus estudios en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Se recibe de abogado en 1908 y emprende con su padre un viaje por Europa. A su retorno, comienza a dictar clases en el mismo instituto secundario al que asistió, en calidad de profesor de filosofía y literatura y también comienza a incursionar en el mundo del periodismo.
En 1913, recibe una carta del Presidente José Batlle y Ordóñez ofreciéndole el cargo de Ministro de Instrucción Pública, el cual acepta. Cabe la pena destacar que Brum estaba a punto de cumplir los 30 años, que era la edad mínima requerida para ejercer como secretario de Estado. Tuvo una participación muy importante en la Comisión de los Ocho 1 responsable de redactar el proyecto de reforma constitucional de 1918 y el año siguiente, es elegido por la Asamblea General para ocupar la presidencia en el período 1919-1923, a la edad de 35 años, siendo el presidente más joven de la historia.
Brum era un hombre de letras, le dedicó tiempo al periodismo, formando parte del diario El Día como co-presidente junto a César Batlle Pacheco y dejó a su paso también una serie de publicaciones, desde memorias de los ministerios de los que formó parte hasta tratados y estudios de política, entre los cuales destacan Los derechos de la mujer, Reforma a la legislación civil y política del Uruguay. 2 en donde se presenta el proyecto de ley de derecho al sufragio femenino, siendo un pionero en este tema (...) estudié nuestra legislación con el propósito de hacer desaparecer de ella cuanto representara privilegios de un sexo sobre el otro. 3
Como ministro de Relaciones Exteriores defendió -más allá de la proclamación de neutralidad de nuestro país- el alineamiento con los aliados, en la primera guerra mundial. Y en su función como Ministro de Instrucción Pública, el 23 de febrero de 1915 ingresa al Parlamento un proyecto de ley con su firma en el cual se pone en igualdad de condiciones a ingenieros y arquitectos dentro del gobierno de la Facultad de Matemáticas, hecho que terminó decantando en la separación de dichas carreras y en la creación de la Facultad de Arquitectura. 4
Tales ideas me impulsaron, con el decidido apoyo del Presidente Batlle, a crear la Facultad de Arquitectura, haciendo de ella una entidad independiente de la de Ingeniería. En esa iniciativa, coronada por el éxito durante la Presidencia de Viera, y en mi creencia de que la construcción de casas debía ser privativa de los Arquitectos, algunos, que no me comprendieron bien, creyeron ver una manifestación de hostilidad hacia los Ingenieros. 5
Baltasar Brum (1883-1933)
Abogado, político y presidente constitucional de la República en el período 1919-1923.
1.La Comisión de los Ocho estaba conformada por : Domingo Arena, Ricardo Areco, Baltasar Brum y Juan Antonio Buero en representación del el Partido Colorado; y Leonel Aguirre, Carlos A. Berro, Martín C. Martínez y Alejandro Gallinal por el Partido Nacional.
2.Brum, Baltasar. Los derechos de la mujer. Reforma a la legislación civil y política del Uruguay.
3.Idem
4.Turactti, Dante. El equilibrio difícil. Montevideo: Arca, CLAEH, 1981
5.Mazzini, Elena, Méndez, Mary. Polémicas de Arquitectura en el Uruguay del siglo XX. CSIC, Udelar, Montevideo, 2011.
6.Revista de la SAU n.° XL, 1921/1.
7.Revista de la SAU n.° XL, 1921/1.
El 31 de marzo de 1933, el entonces presidente Gabriel Terra disuelve las cámaras, dando lugar a un golpe de Estado. Al recibir esta noticia, Brum se opone fuertemente a la dictadura de Terra y luego de atrincherarse junto con un grupo de colegas y familiares en la puerta de su casa, armado, en la mitad de la calle se quita la vida al grito de ¡Viva Batlle! ¡Viva la libertad!
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Nacido el 20 de octubre de 1872, hijo de Hipólito Gallinal y Petrona Conlazo, Gallinal cursó sus estudios iniciales en el Colegio Seminario y egresó de la Facultad de Medicina como médico cirujano, título que ejerció brevemente, dado que al casarse con Elena Heber Jackson -única heredera de la fortuna de sus padres, Clara Jackson y Gustavo Heber- se dedicó a la administración de los campos de ésta. La familia Gallinal Heber era propietaria de los establecimientos Santa Elena, Monzón Heber, San Pedro del Timote y Santa Clara siendo los cuatro, prestigiosos modelos de tecnificación ganadera en nuestro país.
Además de ser un reconocido empresario del agro en Uruguay, Gallinal tuvo también actividad comercial formando parte de varios directorios de bancos (La Caja Obrera, Comercial, Banco República) por más de cuarenta años. Fue presidente de la Federación Rural del Uruguay, desde la cual logró que la veta más conservadora de la época se viera representada en la vida cultural de nuestro país. Participó en calidad de jurado de concursos importantes de la época; en 1925 la Federación llamaba a concurso para la realización del Monumento al Gaucho que ganaría Zorrilla de San Martín. En 1929, Gallinal en su calidad de director de la comisión honoraria del instituto profiláctico de la sífilis fue a quien le tocó actuar como presidente jurado del concurso Casa de Salud -un sifilicomio femenino-, cuyo primer premio fue otorgado al equipo de De los Campos, Puente, Tournier en un fallo altamente discutido.2
Hijo de un protegido de Manuel Oribe 3, Gallinal tuvo una participación casi obligada en la actividad política integrando el Partido Nacional: participó de la Comisión de los Ocho 4, que redactó el proyecto de reforma constitucional de 1918, ese mismo año fue electo senador por el departamento de Florida y siete años más tarde, por Cerro Largo. Tanto los Gallinal como los Heber son familias que forman parte de un linaje político que perdura hasta nuestros tiempos.
En Uruguay el apellido Gallinal se asocia a la gran propiedad rural, al fervor religioso, a la modernización agraria y a la mejora de la calidad de vida de sus servidores y colaboradores: los asalariados rurales. Por lo pronto esa era la imagen más difundida.Tales antecedentes dotan de particular interés a la evolución del grupo empresarial y a la historia de la familia. 5
Alejandro Gallinal (1872-1943)
Médico, político y empresario.
1.Un monumento que se erigirá en la Capital de la República y en el lugar que designen las autoridades respectivas, que perpetúe a través del tiempo, la figura legendaria del Gaucho uruguayo. Folleto del llamado a Concurso para el Monumento al Gaucho uruguayo y Bases; Montevideo 25 de julio de 1919. Extraído del libro Los uruguayos del Centenario, la nación de bronce, mármol y hormigón armado.
2.Revista Arquitectura n°141, pág 204 a 211, SAU, Montevideo 1930.
2.Jacob, Raúl. La quimera y el oro. Editorial Arpoador, Montevideo, 2000.
3.Revista Arquitectura Nº 141 - 1930, Concurso Planos de la Casa de Salud. pag. 204, SAU, Montevideo 1930.
4.La Comisión de los Ocho estaba conformada por : Domingo Arena, Ricardo Areco, Baltasar Brum y Juan Antonio Buero en representación del el Partido Colorado; y Leonel Aguirre, Carlos A. Berro, Martín C. Martínez y Alejandro Gallinal por el Partido Nacional.
5.Jacob, Raúl. La quimera y el oro. Editorial Arpoador, Montevideo, 2000.
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Nacido en el departamento de Florida, hijo de Vidal Pesquera e Isabel Morales, Numa nació en el seno de una familia que representaba a uno de los grupos económicos más importantes de la época: Pesquera y Cia, una importadora y distribuidora de productos de almacén, de la cual Numa heredó la dirección. Si hubiéramos de indicar una de las casas más poderosas del comercio de nuestra plaza, correspondiente al ramo que explota, no vacilaríamos, seguramente en pronunciar el nombre de Pesquera y Cia. (...) como jefe de esta poderosa firma comercial, actúa el Sr. Numa Pesquera, quien (...) ha sabido acrecentar extraordinariamente los grandes intereses confiados a su dirección, pues posee poco comunes cualidades de hombre de negocios. 1
Pero su actividad comercial trascendía a la firma familiar, ya que Pesquera integraba varios directorios de fábricas nacionales; Aceitera Uruguay, Fábrica Nacional de Cerveza y Cristalerías del Uruguay -estos dos últimos, rubros cuyas directivas estaban fuertemente vinculadas- y formaba parte también del directorio de la Cámara Nacional de Comercio. 2
Pesquera era conocido por ser un pionero en la industria y el comercio, pero también por la importante actividad que tuvo en la vida deportiva de nuestro país. En el período 1923-1925 fue el director del Club Nacional de Football siendo en gran parte el responsable de gestionar las obras de reconstrucción y modernización del Parque Central luego de su histórico incendio en 1925 y durante ese mismo período, puso a disposición de la Asociación Uruguaya de Fútbol, todos los recursos del CNdeF para que la selección uruguaya pudiese viajar a los juegos olímpicos. En 1924, Numa Pesquera firma un cheque en blanco que posibilita el viaje de la delegación de Uruguay a Colombes.
Asimismo, Pesquera fue promotor de algunos proyectos paradigmáticos en el Montevideo del Centenario: por la experiencia positiva de la gestión junto con Atilio Narancio con la selección uruguaya en Colombes, se le atribuye la promoción del emprendimiento del Estadio Centenario. Mientras que desde la Compañía Nacional de Hoteles S.A3 -cuyo directorio presidía- se le encomienda a Mauricio Cravotto el ambicioso proyecto para el Pocitos Rambla Hotel, uno de los primeros edificios en altura en esa zona de la ciudad. 4
Numa Pesquera (s/f-1964)
Empresario, filántropo.
1.Libro del Centenario, Montevideo. Agencia Publicidad Capurro 1923.
2.Jacob, Raúl, Los grupos económicos en la industria cervecera uruguaya: una perspectiva histórica. Programa de Investigación en Historia Económica y Social, FCSS0, Udelar.
3.Jacob, Raúl, 1915-1945, Las otras dinastías. Editorial Proyección, Montevideo, 1991.
4.Guía arquitectónica y urbanística de Montevideo, Editorial Dos Puntos, 1992. Montevideo, Uruguay.
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La comisión prestigiadora
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En medio de este panorama de progreso nace el 2 de febrero de 1893, Horacio Mailhos, segundo de los cuatro hijos del matrimonio de Julio con Elisa Queirolo. Horacio se casa con Letizia Ferriolo -heredera de Aquiles Ferriolo, principal competidor del rubro de la familia Mailhos, con su empresa La Nacional- estableciendo también lazos comerciales entre ambas familias.
En 1911 Horacio egresa de la Escuela Superior de Comercio y comienza a trabajar junto a su padre y hermanos en La Republicana hasta 1915, año en el que su padre muere y sus herederos crean Julio Mailhos S.A, sociedad que pasará a presidir. Además de continuar gestionando la empresa tabacalera más importante de nuestro país, los Mailhos deciden extender sus negocios hacia el mundo del agro, convirtiéndose en grandes propietarios rurales. En 1925 era mayor el capital agropecuario que el de la fábrica de tabaco. 2 Horacio fue también el responsable de los Establecimientos agropecuarios Julio Mailhos S.A y ejerció como director de la Cámara de Comercio y de Cervecerías del Uruguay.
Mailhos fue además un gran amigo de Mauricio Cravotto, a quien conocía desde el colegio y de quien además fue cliente, encargándole en 1925 el proyecto para su residencia en Montevideo en la calle Peabody y posteriormente su casa de veraneo de Atlántida, en 1940.3 Cravotto también participó en calidad de asesor de diversos negocios inmobiliarios de la familia Mailhos, que resultaron exitosos.
Numa Pesquera, José Serrato y Baltasar Brum, pertenecían también al círculo de allegados de Horacio, siendo éste el intermediario entre la Comisión Prestigiadora y el equipo técnico del anteproyecto, o en palabras de Cravotto, el principal animador del Plan Regulador. 4
Horacio Mailhos (1983-1967)
Empresario.
1.Berreta Curi Alcides, Inmigración europea e industria: Uruguay en la región (1870-1915). CSIC, Udelar, Montevideo, 2012.
2.Jacob, Raúl, 1915-1945, Las otras dinastías. Editorial Proyección, Montevideo, 1991.
3.Revista el Arqa, Monografía 2, Mauricio Cravotto, Montevideo 1995.
4.Cravotto, Mauricio, Anteproyecto de Plan Regulador de Montevideo, Estudio de Urbanización Central y Regional. Montevideo, 1930.
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Julio Mailhos llega a Montevideo en 1870 para incorporarse a su familia, que había emigrado previamente desde Francia. Diez años más tarde adquiere la fábrica de tabaco La Imperial a la cual renombra La Republicana y con ella comienza el proceso de crecimiento del establecimiento tabacalero modelo que trascendería las fronteras de Uruguay. La firma creada por Julio Mailhos devino en la mayor empresa de la rama tabacalera, actuando como proveedora de materia prima y de productos elaborados, tanto para el mercado nacional como para el regional. 1 Esto ocurre por dos motivos: la incorporación de tecnologías de punta en el proceso productivo y el corte de los intermediarios en la importación del tabaco a nuestra región.
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INTENCIONES LATENTES Y MIRADAS SOBRE LO URBANO EN LA SOCIEDAD DEL CENTENARIO
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"La sociedad constituye cada vez su propio orden simbólico (...) Pero esta condición no es "libre". Su materia la habrá de sacar también de lo que 'ya esta ahí'" (Castoriadis, 1989, p.39).
“Se puede, sin embargo, ir demasiado lejos en la previsión. - ¿Es este el caso? - No lo creemos. Pensar en un estancamiento de Montevideo, es fácil. - Explicarlo, ¿cómo? - Un siglo ha hecho de un villorrio colonial una ciudad que pasa lejos el medio millón de habitantes. Otro siglo más puede llevarnos a una magnitud no sospechada. Esto solo, obliga a ver lejos, a ver con amplitud. Todo organismo joven que se desarrolla es rico y fecundo en posibilidades y por eso es tan necesario el estudio que alcance a prever y encauzar su impulso vital.” (L. C. Agorio - Introducción Revista Arquitectura N 160 dedicada al Plano Regulador)
Es en las primeras décadas del S. XX, cuando la sociedad Uruguaya define un primer modelo de configuración nacional (Caetano et al, 2000) y en ese sentido, la celebración del Centenario, coincidente con el año de elaboración del Plan Regulador, concretiza una serie de controversias y discusiones alrededor de aspectos fundamentales para el país. El Plan Regulador desarrollado por Mauricio Cravotto y su equipo, forma parte de la profusa producción cultural que remite, necesariamente a dicho contexto histórico. Desde una mirada contemporánea, la instancia del centenario se presenta como un momento histórico particular que sintetiza diversas concepciones sobre el futuro y el pasado de nuestro país (Ántola & Ponte, 2001).
La visión de Montevideo como una ciudad llamada a jugar un rol fundamental en Sudamérica y aún en el mundo es una constante en el imaginario de la sociedad del centenario. En ese sentido son explícitos los manuales escolares de la época: "Montevideo es una de las ciudades más hermosas del mundo, con un clima sin igual, con un cielo espléndido y con todos los adelantos modernos" (citado en Leone, 2001), "Montevideo es la única ciudad del mundo que además de ser una metrópoli [sic], es una estación balnearia insuperable por la belleza de sus playas, su cielo transparente y azul y la dulzura de su clima" (citado en Leone 2001). En la misma línea, se puede leer en la memoria del Plan Regulador: "EL ESTADO DE ADELANTO PRESENTE PERMITE ASEGURAR UN PORVENIR GRANDIOSO. (...) UN CENTRO DE CULTURA CONTINENTAL PODRÁ SURGIR EN LA CAPITAL DEL PAÍS QUE PROGRESA” (Mayúsculas en el original, Cravotto, De Los Campos, Tournier, Ricaldoni y Puente, 1931, p 13).
En ocasión de los festejos del centenario se publica "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales" (Perfecto López Campaña, 1925), libro minucioso de aproximadamente mil páginas realizado con una pretensión abarcativa sorprendente donde se propone "poner en evidencia, para propios y extraños, los progresos realizados por el país en las diversas esferas de su actividad orgánica" (Perfecto López Campaña, 1925, p. 5). En este libro de divulgación, pensado tanto para el público general local como extranjero se puede leer:
"Montevideo es en la actualidad una ciudad esencialmente confortable y moderna (...) Sus edificios son modernos y de altos pisos. Las grandes entidades de crédito, las compañías de navegación, el comercio fuerte de la plaza, los hoteles magníficos, el HOME [sic] confortable y suntuoso, se congregan en esa parte de la ciudad, en un conjunto de edificios de elevado merito arquitectónico y si aún queda algún casuchon [sic] en ruinas, pobre de aspecto, modesto en su altura, no tardará en ser demolido dado el alto valor a que ha llegado el terreno y las crecientes exigencias comerciales de Montevideo, para ser sustituido por el moderno edificio comercial o de rentas." (Perfecto López Campaña, 1925, p. 695)
Es este tono de orgullo, optimismo y confianza proyectado en la evolución del presente y el porvenir del país una idea presente en toda la literatura del período e incluye implícitamente una primacía de lo urbano frente a lo rural (Leone, 2001), evidenciándose en las principales características valoradas, cosmopolitismo, modernidad de las edificaciones, confort de las viviendas, así como en el hecho de que "la mayoría de las descripciones en las que se exaltaba las cualidades de Uruguay se referían a Montevideo" (Leone, 2001, p. 206).
Parece evidente que la mirada sobre la ciudad de Montevideo presente en las publicaciones de la época, constatan, o proponen desplegar, un proceso de modernización que materializaría el empuje modernizador nacional de las décadas anteriores. A modo de acercamiento a este proceso de construcción del imaginario en relación a "lo urbano", se proponen algunas categorías, sin un carácter totalizador ni definitivo, para comprender como se inscribe el Plan Regulador en el contexto del centenario.
Tapa de "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales".
Imagen realizada en ocasión de los festejos del Centenario para la "Exposición Universal del Centenario" planeada para realizarse en Montevideo, nunca concretada. (Fuente: "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales").
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INTENCIONES LATENTES Y MIRADAS SOBRE LO URBANO EN LA SOCIEDAD DEL CENTENARIO
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En relación al nuevo modelo de configuración nacional
La ciudad regulada
"La sociedad constituye cada vez su propio orden simbólico (...) Pero esta condición no es "libre". Su materia la habrá de sacar también de lo que 'ya esta ahí'" (Castoriadis, 1989, p.39).
“Se puede, sin embargo, ir demasiado lejos en la previsión. - ¿Es este el caso? - No lo creemos. Pensar en un estancamiento de Montevideo, es fácil. - Explicarlo, ¿cómo? - Un siglo ha hecho de un villorrio colonial una ciudad que pasa lejos el medio millón de habitantes. Otro siglo más puede llevarnos a una magnitud no sospechada. Esto solo, obliga a ver lejos, a ver con amplitud. Todo organismo joven que se desarrolla es rico y fecundo en posibilidades y por eso es tan necesario el estudio que alcance a prever y encauzar su impulso vital.” (L. C. Agorio - Introducción Revista Arquitectura N 160 dedicada al Plano Regulador)
Es en las primeras décadas del S. XX, cuando la sociedad Uruguaya define un primer modelo de configuración nacional (Caetano et al, 2000) y en ese sentido, la celebración del Centenario, coincidente con el año de elaboración del Plan Regulador, concretiza una serie de controversias y discusiones alrededor de aspectos fundamentales para el país. El Plan Regulador desarrollado por Mauricio Cravotto y su equipo, forma parte de la profusa producción cultural que remite, necesariamente a dicho contexto histórico. Desde una mirada contemporánea, la instancia del centenario se presenta como un momento histórico particular que sintetiza diversas concepciones sobre el futuro y el pasado de nuestro país (Ántola & Ponte, 2001).
Se podría decir que la propuesta del Plan Regulador que Mauricio Cravotto y su equipo desarrollan, propone concretizar y traducir al ámbito de lo urbano, el proyecto político del centenario, entendiendo a lo político en su sentido más estricto, etimológico, como la construcción de lo común, de lo colectivo, la construcción y cuidado de la "polis" (Arendt, 1997).
Nos dice Caetano (2010) que dicho proyecto político se organizaba alrededor de dos conceptos fundacionales para el nuevo modelo, los cuales se proyectaban indisolublemente unidos alimentándose de forma dialéctica: Uruguay era un país excepcional en el ámbito local y aún en el mundial y Uruguay era un país con una "suerte de 'estatismo cultural' que iba más allá de lo ideológico y que tendía a identificarse en el imaginario social con una noción fuerte de 'legalismo'" (Caetano, 2010, p.174).
Este "respeto irrestricto a la legalidad" (Caetano, 1989, p.100) se manifiesta en diversos ámbitos culturales, como una prevalencia de lo "público" y su organización colectiva sobre los ámbitos privados e individuales que debían disciplinarse de acuerdo a principios de acuerdo colectivo.
Esta intención de disciplinar lo público, lo colectivo, y por lo tanto de regular la ciudad, atraviesa la propuesta del Plan y se manifiesta explícitamente a lo largo de las 38 páginas de la memoria descriptiva. En este sentido podría llamar la atención el origen privado de la propuesta del plan, es sin embargo indudable su intención institucionalizante, no solo al surgir desde un grupo de fuertes lazos con el Estado, la "comisión prestigiadora" cuenta con dos ex presidentes de la república, sino por su intención de legarlo a la autoridad municipal para que ya institucionalizado en el ámbito estatal, se transformará en expediente urbano y finalmente tomara carácter normativo. En ese sentido, el carácter de "ley" del plan es reafirmado en diversas ocasiones a lo largo de la memoria descriptiva, "Constituir el bienestar social, regirlo por leyes sociales y económicas implica la materialización concomitante en el espacio urbano" (Cravotto et al, 1930, p. 22). A su vez, se podría decir que Cravotto toma un modelo relativamente común en la época en el que una comisión de origen privado financia los primeros pasos del proceso de planificación urbana, proceso aún incipiente en las grandes ciudades.
Esta intención de disciplinar el cuerpo urbano, se hace particularmente evidente en lo que refiere al sistema vial, tanto en la prefiguración del sistema para la ciudad futura, como en el relevamiento del actual. El Plan Regulador desarrolla información detallada al respecto en 12 paneles de un total de 23. Se lleva a cabo un relevamiento minucioso que incluye, entre otros parámetros, tiempos de recorridos isócronos, densidad de tráfico y sistemas de transporte público en sus diferentes modalidades. Finalmente esta línea de investigación termina justificando la decisión más drástica y controversial del Plan, la propuesta de modificar el centro de la ciudad y emplazarlo en la actual área de Tres Cruces, habilitando de este modo accesos rápidos y directos al centro de la "Ciudad Futura". Al respecto nos dice Cravotto y su equipo en la memoria descriptiva: "Desperdiciar por falta de especialización y de adecuación, tanto espacio viario, sólo para acceder a la vivienda, y para un mínimo tráfico, es un error. El espacio amplio, disciplinado, permite todas las soluciones ahora y en el futuro” (Cravotto et al, 1930, p. 38). De esta forma, el sistema vial se propone como la herramienta principal de la batería de recursos que propone el plan para ordenar, estructurar, disciplinar la ciudad.
A la par y en estrecha relación con el diseño del sistema vial se propone la contención del crecimiento de la mancha urbana de la ciudad como otro objetivo central en el plan. Contener el crecimiento excesivo de Montevideo en base a las nuevas tecnologías de construcción: "La técnica moderna permite elevar la edificación colectiva aumentando la concentración donde sea necesario, aumentando el espacio libre, permitiendo la presencia de la naturaleza, aumentando el valor de la tierra, enriqueciendo" (Cravotto et al, 1930, p. 38). Problemática que también encontramos presente en las publicaciones de la época, a propósito podemos leer en el citado Libro del Centenario Nacional: "Dentro de una ciudad por demás extendida como la nuestra, en que la tendencia excéntrica se viene manifestando con intensidad creciente, la instalación perfecta de servicios tranviarios no es empresa fácil ni de inmediata realización" (Perfecto López Campaña, 1925, p. 745).
Es de este modo, el Plan Regulador uno de los “espejos públicos” propuestos por Caetano (2010) que proyectan hacia el ciudadano y desde el imaginario social "mensajes orientados a proponer pautas estructuradoras sobre distintos aspectos de su vida individual y colectiva y a legitimar desde esta perspectiva el ejercicio del poder político" (Caetano, 2010, p 174).
La playa carrasco durante una "fiesta automovilística”. (Fuente: "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales").
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En relación a la ciudad como espacio de producción
“ACORTAR LAS DISTANCIAS y LAS VELOCIDADES, DENSIFICAR LOS CENTROS, (...) NUTRIR LA CIUDAD RAPIDAMENTE, SERVIR A LA COMUNIDAD RAPIDAMENTE. ECONOMIZAR, SIMPLIFICAR EN BENEFICIO DE TODOS. LLEGAR A CREAR LA CIUDAD PODEROSA COMO UN SER ORGANIZADO PRONTA PARA FORMAR DESCENDENCIA ORGANIZADA, LLENANDO LA SUPERFICIE URBANA DE CLARIDAD, (...), PREDISPONIENDO AL BIENESTAR ACTUAL Y FUTURO.” (Mayúsculas en el original, Memoria descriptiva Plan Regulador, Cravotto et al, 1931, p. 32)
En las primeras tres décadas del siglo XX asistimos al proceso que Nahum (1986) caracteriza como "expansión y auge" del crecimiento económico en nuestro país. Esto, entre otras causas permite un proceso de reorganización espacial y realización de obras públicas en la capital que resulta en la construcción de lo que se llamó "la ciudad extendida". En este contexto se llevan adelante una enorme cantidad de proyectos arquitectónicos, urbanísticos y viales de origen estatal y privado que transforman la estructura urbana de Montevideo y la forma en que es habitada (Bouret & Remedi, 2009). Este proceso fue acompañado por un crecimiento demográfico destacable, pasando de poco más de un millón de habitantes en 1908 a un aumento de casi un 50 % en 1914 (Nahum, 1986) y una sensible industrialización que triplica sus valores en el período 1905 -1930.
En este contexto, la discusión sobre la organización de la ciudad, actual y futura, como ámbito de generación de riqueza parece estar muy presente en las discusiones de la época. Al respecto Carlos Vaz Ferreira (1918), rector de la Universidad al momento de la realización del Plan Regulador, nos dice:
“El problema de la propiedad de la tierra hubiera sido muy probablemente mejor resuelto, y, en todo caso, mejor planeado y discutido, si se hubiera hecho con claridad y si se hubiera tenido siempre bien presente, una distinción indispensable, a saber: la distinción entre la tierra como medio de producción y la tierra como medio de habitación o vivienda de los hombres (p. 5).”
A continuación agrega en sorprendente alineamiento con las cuatro categorías planteadas posteriormente por la Carta de Atenas:
“En efecto: si se considera la tierra desde el punto de vista de su apropiación por los hombres, se impone, bastante naturalmente, considerar en ella cuatro aspectos, a saber: 1-La tierra como medio de habitación o vivienda; 2-La tierra como medio de producción; 3-la tierra como medio de traslación y comunicación; y, 4-La tierra como medio de recreo (dando a esta palabra un sentido amplio, que comprenda fines estéticos, higiénicos y otros análogos).” (Vaz Ferreira, 1918, p. 5).
No muy alejado de estos conceptos propone Cravotto en entrevista sobre el Plan Regulador, Diario El Día, 4 de abril de 1931, "Se advierte un error de desarrollo desde el punto de vista económico (en referencia al estado actual de Montevideo)", y agrega a continuación, relacionando esta problemática con el crecimiento demográfico reciente de la ciudad: "Las variaciones de la densidad demográfica y de la valorización de la tierra son inarmónicas". Finalmente propone la necesidad de reorganizar el sistema vial ya que "Las comunicaciones con el exterior y con el interior del País son insuficientes", de modo de "acortar las distancias y las velocidades, densificar los centros, nutrir la ciudad rápidamente, servir a la comunidad, economizar, simplificar en beneficio de todos".
Al decir de Rigotti (1996), los planes que "representan de alguna manera, el pasaje de un urbanismo de la forma, a un urbanismo pretendidamente científico" (p.129), entre los cuales se podría situar al Plan Regulador, proponen “operaciones proyectuales superadoras del carácter limitadamente formal del arte urbano, y
legitiman su pretensión de administrar, controlar y alterar un conjunto de prácticas colectivas polimorfas desde lo físico y lo constructivo” (p.129) buscan, por lo tanto, "la eficiencia de los flujos como parte de una concepción gerencial de la gestión de la ciudad y cuya promesa de bienestar fordista, apenas disfraza el sentido de la consigna 'el urbanismo paga' " (p.129).
Esta necesidad de organizar la ciudad futura para responder al 'inevitable y grandioso futuro económico del país' se encuentra también en la literatura de la época, al respecto nos dice el previamente citado Libro del centenario del Uruguay:
“Somos, en efecto tributarios de Europa, Estados Unidos de Norte América, de la Argentina y del Brasil, por gran cantidad de productos cuya fabricación similar entre nosotros, en la medida del consumo interno, proporcionará trabajo a todos los habitantes del país y podrá llegar hasta atraer las corrientes inmigratorias de hombres de labor fructífera, que habrán de convertirse luego en otros tantos factores coadyuvantes del progreso económico nacional.” (Perfecto López Campaña 1925, p. 769)
"Tamaño comparativo del Uruguay con Bélgica, Holanda, Suiza y Dinamarca reunidas". (Fuente: "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales").
Usina de la luz eléctrica y de la transatlántica, foto aérea. (Fuente: "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales").
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El Plan Regulador como materialización del imaginario colectivo del periodo
“El mundo social se constituye y se articula cada vez en función de un sistema de significaciones, y estas significaciones existen, una vez constituidas, en la modalidad de lo que llamamos el imaginario (...) Solo con referencia a estas significaciones estamos en condiciones de entender la "elección" que cada sociedad hace de su simbolismo, en particular de su simbolismo institucional, así como los fines a los que subordina la "funcionalidad”.” (Castoriadis, 1989, p. 54)
Tras saldar las cuentas con el pasado en las primeras décadas del siglo XX y erigir los grandes símbolos de la Nación, en el entorno de 1930 el Uruguay como sociedad, se propone la tarea de integrarse al mundo moderno. Esta intención que signó todas sus manifestaciones culturales, se vuelve particularmente visible en los proyectos arquitectónicos y urbanísticos. Es en este período en el que se proyecta una monumental empresa de equipamiento urbano en la que los signos de la modernidad resignifican el escenario tradicional (Ántola & Ponte, 2000). En este sentido, se podría decir que el "Uruguay de las tres primeras décadas de este siglo, signado por la experiencia del llamado 'primer batllismo', se asoció fuertemente con un orden simbólico de índole democrática y reformista" (Caetano, 1989, p.104)
Claramente en esta línea de pensamiento, entendiendo a las intervenciones en la ciudad como instrumentos poderosos de representación, nos dice Cravotto en un folleto, solicitado por el arquitecto Scasso, en ocasión de la inauguración del estadio centenario: "para satisfacción de uruguayos libres y demócratas, para orgullo de pueblos jóvenes, no conservadores sino líricamente avancistas, (...) [el estadio] es simplemente ARQUITECTURA, hecha por un hombre libre, de HOY" y agrega dejando en claro la escala de la nueva construcción, "en la línea interior del Estadio, cabe el Coliseo de Roma". En ese sentido el Plan Regulador aparece como manifestación ejemplar que contribuye a concretar los nuevos imaginarios sustentadores de la idea de nación:
“aquellos capaces de dirimir los conflictos del pasado y, sobre esa sólida base integradora, levantar los signos de la modernidad como operación de enorme potencia para la proyección hacia el futuro. La república necesitaba afirmarse como nación, terminar de configurarse como expresión identitaria, para poder proyectarse al futuro e insertarse en el mundo moderno.” (Ántola &Ponte, 2000, p.219)
Podríamos decir que en este mismo período el aumento del poder político y económico de la población posibilita la apropiación real de la ciudad y sus espacios públicos, de este modo el entorno urbano encuentra su contrapartida: la ciudadanía, el gran público. En este sentido aparece el centro administrativo, el espacio comercial y los parques de reciente inauguración como el espacio físico y simbólicamente privilegiado para el paseo, el encuentro y las concentraciones (Bouret & Remedi, 2009). "En estas primeras décadas del siglo XX la población urbana se vuelca en masa a un conjunto de actividades y eventos sociales que tenían en común un reacercamiento a la naturaleza que había pasado a un segundo plano en el proceso de desarrollo de la vida urbana" (Bouret & Remedi, 2009, p. 193), durante el proceso de "disciplinamiento" del que nos habla Barran (2012). Esta búsqueda de reencuentro con la naturaleza se basa, en parte, en el descubrimiento de las virtudes sanitarias y terapéuticas de las actividades al aire libre así como también en una nueva sensibilidad burguesa que necesitaba de espacios de representación. A su vez, tienen también un papel importante en este sentido la reducción de la jornada laboral y la "invención" de los fines de semana en las últimas décadas bajo las políticas batillistas (Bouret & Remedi, 2009).
Esta necesidad de reencuentro con la naturaleza y creación de espacios de representación se hace evidente en la propuesta del Plan Regulador, al respecto nos dice Cravotto y equipo: " los dos problemas primarios en la época moderna (...) son: EL ACERCAMIENTO DEL HOMBRE A LA NATURALEZA y la SOLUCIÓN: DEL BIENESTAR ECONÓMICO Y SOCIAL DE LA COLECTIVIDAD (p.16 )", "será necesaria la INFILTRACIÓN DE LA NATURALEZA EN LA CIUDAD DENSIFICADA. ESPACIO, ÁRBOLES, AGUA, SOL, NATURALEZA EN SUMA” “CONCENTRAR LA CIUDAD, pues, (restricción del núcleo primario, .rascacielos, naturaleza” (p. 32), y luego agrega en referencia a la necesaria creación de espacios de recreación:
“La función colectiva de los habitantes de una ciudad, gira en torno del trabajo, del descanso y del esparcimiento: TRABAJAR MEJOR, DESCANSAR MEJOR y OBTENER EL MÁXIMO DE ESPARCIMIENTO, RACIONALMENTE. Constituir el bienestar social, regirlo por leyes sociales y económicas implica la materialización concomitante en el espacio urbano.” (Cravotto et al, 1931, p.22)
Vista aérea del área del Puerto. Fuente: El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales.
Fotos del Prado. Fuente: El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales.
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Son las producciones culturales del centenario y en especial las que remiten al ámbito urbano como el Plan Regulador, las que permiten anclar efectivamente a nivel social la nueva visión de Nación cosmopolita, democrática y legalista (Caetano et al., 2000). Como nos dice Gorelik (1996, p.13):
“Debatir lo moderno en América Latina es debatir la ciudad: la ciudad americana no solo es el producto más genuino de la modernidad occidental, sino que, además, es un producto creado como una máquina para inventar la modernidad, extenderla y reproducirla. (...) para usarla como "polo" desde donde expandir la modernidad, [para] producir hombres social, cultural y políticamente modernos”
Cuatro aspectos distintos del Balneario y Playa de los Pocitos, centro de reunión aristocrática de la sociedad montevideana y porteña. Fuente: El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales.
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Tres invitados
LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Desde la formalización de los estudios urbanos, se desarrolla un programa promovido por la academia que responderá a la necesidad de construir contenidos y perfiles disciplinares.
Los viajes de captación de conocimiento que el Gran Premio de la Facultad posibilita a estudiantes destacados desde 1918, en semejanza con el Premio de Roma que otorga la academia parisina, comienzan a desarrollarse siguiendo esta inquietud.
Las reuniones del Congreso Panamericano de Arquitectos, así como otras figuras de asociación que se van construyendo, permiten la conformación de ámbitos de intercambio internacional que comparten similares visiones. Se va delineando una red académica y profesional, que aunará esfuerzos de cara a la consolidación y ampliación disciplinar.
Este es el marco general en que se inscribe la presencia de arquitectos y urbanistas extranjeros, que en la década del veinte visitan el Río de la Plata, impartiendo conferencias y realizando una serie de aportes que se tramitarán de manera diversa en los ámbitos de la academia.
Los tres invitados:
1926 - LEÓN JAUSSELY
1926 - LEÓN JAUSSELY
“¿Qué es pues el urbanismo?
El urbanismo es la ciencia de la construcción de las ciudades, el arte de edificar aglomeraciones.” 1
“Veréis como la racional aplicación de ciertos principios ordenadores, hace posible el logro de una ciudad, cuya organización tienda – como ya se ha dicho expresión feliz- a dar al hombre el medio de producir mejor para vivir mejor, y el de vivir mejor para producir mejor.” 2
En setiembre de 1926 como parte de un extenso tour sudamericano León Jaussely visita la Facultad de Arquitectura. Su llegada se concreta a partir gestiones conjuntas de la Facultad de Arquitectura, el Consejo Nacional de Administración y el Consejo Departamental de Montevideo, conformando una de las primeras instancias de lo que será una práctica reiterada, la conjunción de esfuerzos e intereses académicos e institucionales por el tratamiento público de los temas urbanos.
Jaussely es uno de los urbanistas europeos primera línea.
Es miembro destacado de la generación francesa del cambio de siglo que, formada en el academicismo Beaux Arts, donde predominan los temas de composición urbana y los métodos directos de tipo haussmaniano, realiza una puesta al día y una ampliación de contenidos y métodos en materia urbana. 3
Particularmente en las posiciones de Jaussely, sigue presente el abordaje compositivo a escala urbana, pero integrándose con las contribuciones disciplinares alemanas y anglosajonas. Desarrollos que conoce de primera mano, a partir de la participación en concursos internacionales y también como integrante pionero en las organizaciones de intercambio y difusión de las ideas urbanas, que en Europa, se consolidan en los primeros años del novecientos.
La actividad de Jaussely desde el comienzo de su carrera profesional articulará distintas dimensiones de los temas urbanos: la práctica, la docencia, la formación de instituciones académicas, la divulgación y el establecimiento de redes disciplinares, y la articulación con la legislación y la gestión pública:
Jaussely había estudiado en la Escuela de Bellas Artes de Toulouse, mediante una beca había continuado su formación en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París, en el “atelier” de Daumet y Esquié, donde en 1903 le es otorgado el Grand Prix de Rome. En su estadía en Villa Médici donde coincide con Tony Garnier y Henri Prost, se involucra fuertemente con los temas urbanos.
Participa en los principales concursos urbanos europeos, obteniendo destacadísimas figuraciones, en particular: Primer Premio en el Concurso de enlaces y extensión de Barcelona, de 1905. Segundo premio junto a Charles Nicod, en el concurso del Gran Berlín de 1911(premio que obtienen de modo compartido Herman Jansen y el equipo de Josef Brix y Felix Genzmer). Primer Premio junto a Roger-Henri Expert y Louis Sollier en el concurso del Plan General de Desarrollo y Extensión de París de 1919. Segundo premio del concurso de 1925 para la planificación de la nueva capital turca de Ankara (ganado también por Hermann Jansen).
Concurso Internacional sobre anteproyectos de enlace de la zona del Ensanche de Barcelona y de los pueblos agregados entre sí con el resto del término municipal de Sarrià y de Horta, León Jaussely, 1903 – 1905, Plano vial. Fuente: Archivo Cerdà.
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Tres invitados
LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Su tarea profesional era amplísima. Como encargos directos, o desde los órganos municipales, desarrolla planos reguladores y de extensión para numerosas ciudades francesas, Grenoble, Toulouse, Vittel, Carcasone, Pau y Tarbes, etc.
Era miembro fundador de la Societé Francaise des Urbanistes (SFU) creada a instancias del Museo Social, que integraban entre otros Marcel Poëte, Eugéne Hénard, Alfred Agache, Marcel Auburtin, André Berard, Henri Prost, Jean Nicolas Forestier y Edouard Redont. La SFU tenía como objetivo organizar las iniciativas dedicados al Urbanismo y divulgar y promover el trabajo de la escuela francesa urbana a nivel internacional.
El papel de estos técnicos fue decisivo en la preparación de la primera ley urbanística sobre “l´Aménagement, l´embellissement et l´extension des villes”, conocida como Ley Cornudet, sancionada en 1919 y reformada parcialmente en 1924. Estas legislaciones planteaban la obligación a los municipios de más de 10.000 habitantes de contar con un Plan Regulador.
En este grupo francés la teoría de la ciudad jardín de Howard, tendrá una gran difusión, Jaussely en particular traduce al francés la obra de Raymond Unwin “Estudio práctico de los planos de una ciudad”.
Como profesor había promovido la formación de Institutos especiales de enseñanza de urbanismo. Imparte clases en el curso de Arte Urbano en la Escuela de Altos Estudios Urbanos, a partir del cual se crea el Instituto de Urbanismo de la Universidad de París dirigido por Marcel Poëte.
Mauricio Cravotto tuvo contacto de primera mano con esta posición urbana francesa y con los múltiples programas que desplegaban.
En 1918 en tanto ganador del Gran Premio y de la Beca Diplomática, había desarrollado un viaje de estudio que lo llevó primero por EEUU y luego a Europa, donde en 1920 asistió a los cursos de verano del Instituto de Urbanismo de la Universidad de París, donde toma las clases de Historia de París de Marcel Poëte y se incorpora al Atelier de arquitectura particular de León Jaussely. Formación que listaba en su currículo como “Cursos de Arquitectura y urbanismo con León Jaussely”.
La continuación de este vínculo le valdrá la incorporación como miembro de la SFU en 1947.
La estadía de Jaussely en Montevideo se extiende durante un mes, desarrollando en días sucesivos un ciclo de 9 clases magistrales.
En sus conferencias quedó planteado el punto intermedio en el cual Jaussely se movía, entre los conceptos del Beaux Arts y las modernas preocupaciones cientistas. ”.
Es recibido con gran expectativa, como profesor de prestigio y profesional legitimado por una ya larga trayectoria profesional, de la que interesa incorporar sus enseñanzas al ámbito disciplinar, en formación.
Eugenio Baroffio, encargado del protocolo de presentación al auditorio de la facultad se refiere al invitado como “vanguardia de las nuevas orientaciones en la aplicación de las disciplinas que el espíritu moderno ha creado para responder a los ideales de mejoramiento social en la vida de los hombres reunidos en las urbes”.
El contenido de las conferencias presenta de manera ordenada y sintética, una teoría urbana integradora:
Presenta una definición del urbanismo en tanto disciplina autónoma aunque en profunda relación con otros campos disciplinares, especialmente la sociología, la geografía, la etnografía, la historia, la economía, la demografía, la estadística.
Concurso Plan Gran Berlin, Léon Jaussely, Charles Henri Nicod, 1909. Fuente: Fondo León Jaussely
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Concurso Internacional sobre anteproyectos de enlace de la zona del Ensanche de Barcelona y de los pueblos agregados entre sí con el resto del término municipal de Sarrià y de Horta, León Jaussely, 1903 – 1905, Plano general y Detalle del proyecto. Fuente: Archivo Cerdà
Concurso Plan General de Desarrollo y Extensión de París, Léon Jaussely, Roger-Henri Expert y Louis Sollier, 1919. Fuente: Fondo León Jaussely
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Tres invitados
LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Argumenta en torno a la importancia del estudio de la evolución histórica de la ciudad, presentando en clave poëtiana, cómo el carácter de las distintas épocas - desde la prehistoria hasta la ciudad industrial - se define claramente en la ciudad.
Con el título los “Principios integradores del urbanismo moderno”, aquél que aborda las complejidades de la ciudad industrial, expone el sintético cuerpo doctrinal del urbanismo moderno organizado a partir de dos principios, economía e higiene:
Argumenta considerando el urbanismo en tanto disciplina que debe proceder de manera razonada a facilitar la organización económica de la ciudad. Aspecto a tratar mediante la especialización de funciones -el zoning- y de la organización jerarquizada de circulaciones.
Y sostiene el programa higienista, fundamentalmente planteado a partir de la descongestión habitacional o del manejo de las densidades y la dotación del verde urbano, privado y público.
“El siglo XIX había hecho de las ciudades montañas de piedras y de ladrillos el siglo XX tiende a formar masas de jardines, tal es la evolución” .
Nada, hasta aquí parece sujeto al modo academicista embellecedor y monumental.
El “arte urbano” relegado de los principios aparecerá filtrado en los elementos del hacer urbano, que serán desarrollados analíticamente entre la cuarta y la novena conferencia.
En las presentaciones referidas al estudio de las calles, las plazas, la agrupación de viviendas y manzanas, las plantaciones urbanas, sistemas de parques y park-ways, los barrios y las ciudades jardín y los conjuntos urbanos, además de la mirada orgánica, presentará la búsqueda de carácter y las preocupaciones de orden simbólico. Donde el trabajo en la forma urbana en tres dimensiones confiere regularidad y orden a la vez que singularidad.
La última de las conferencias referirá a la cuestión de la urbanización regional
“capital para la organización de la vida económica de las ciudades y como fuente de riqueza nacional”. Entendida como la planificación de gran escala que permite pautar las dinámicas de crecimiento y organizar un “futuro lejano”.
El segmento final de esta conferencia lo dedicó a analizar Montevideo. El énfasis estará especialmente puesto en exponer la carencia de carácter de gran ciudad a pesar de contar ya con quinientos mil habitantes y la necesidad de estudiar la problemática de la ciudad actual para así “componer la ciudad futura”, “aconsejando que de inmediato se aboque a elaborar un plan general”.
El rápido delineado que propone seguir en Montevideo, supone: la subdivisión de la ciudad por funciones y la codificación por zonas, determinar la red jerárquica de vías, concretar el sistema de barrios, organizar el sistema de parques y pak-ways. Siendo recomendación fundamental:
“Transformar la costumbre de ver el detalle, de ver pequeño y modificar la fisonomía de la ciudad para poder en el futuro tener una gran ciudad.” En lo sustancial será el programa que planteará el Plan Regulador.
Las repercusiones de la visita serán notorias. Las conferencias serán publicadas en sucesivos números de Arquitectura, antecedidas por un artículo anónimo que, bajo el título Urbanismo reclama la necesidad de elaborar un plan que organice y de carácter a la ciudad, enfatizando que la carencia de plan es un problema económico y que los técnicos nacionales están en condiciones de llevarlo adelante. “Es necesario preveer y corregir. Y nuestros técnicos deben inmediatamente, iniciar su obra”
Autoridades de gobierno y el decanato de la Facultad remiten a Jaussely notas de agradecimiento asentando que "...ha colmado con exceso la justificada expectativa creada alrededor de su cimentada personalidad científica, gracias a la cual hemos logrado compenetrarnos en forma precisa, de la verdadera orientación que conviene dar a la enseñanza del Urbanismo"
No se trata de una mera formalidad condescendiente. Las conferencias impartidas constan como contenido fundamental en el programa del curso de Trazados de Ciudades y Arquitectura Paisajista de la facultad en los siguientes 25 años.
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Cursos de Mauricio Cravotto en París, Cartilla organizativa del Instituto de Urbanismo. Fuente: Fundación Cravotto
Revista Arquitectura Nº 108, Revista Arquitectura Nº 109, 1926, 1926, Revista Arquitectura Nº 107, 1926
1- “Las Conferencias del Profesor Arquitecto León Jaussely”. Revista Arquitectura Nº 107, 108, 109 y 110 , 1926.
2- Palabras de Eugenio Baroffio presentando a Jaussely en la Facultad de Arquitectura. Revista Arquitectura Nº 107, 1926.
3- Sica, Paolo, “Historia del Urbanismo. Siglo XX”, Instituto de Estudios de Administración Local, Madrid 1980, p. 52.
4- “Las Conferencias del Profesor Arquitecto León Jaussely”, Revista Arquitectura Nº 107, 1926.
5- “Las Conferencias del Profesor Arquitecto León Jaussely”, Revista Arquitectura Nº 108 , 1926, p. 246.
6- Los temas serán: 4º Estudio de las calles. 5º Las Plazas. 6º Agrupación de viviendas y manzanas. 7º Las plantaciones urbanas 8º Barrios y Ciudades Jardín. 9º Los conjuntos urbanos y la urbanización regional.
7- “Las Conferencias del Profesor Arquitecto León Jaussely”, Revista Arquitectura Nº 110, 1927, p. 5.
8- “Urbanismo”, Revista Arquitectura Nº 107, 1926, p. 218.
9- “Ecos de las conferencias”, Revista Arquitectura Nº 109, 1926, p. 286.
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LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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1929 - LE CORBUSIER
Una influencia todavía débil
“En los estudiantes de la facultad su influencia será muy poderosa”
“El nuevo verbo… la máquina de convencer…” 1
La presencia de Le Corbusier en el Río de la Plata, y su episodio montevideano, ha sido largamente visitada por la historiografía local. Interpretada como episodio central, inaugural en la arquitectura nacional, se la supone una influencia que se rastrea homogéneamente en las propuestas renovadoras desde finales del ´20. En esa mirada, el Plan Regulador, presentado al año siguiente de la visita de Le Corbusier, es una de las propuestas que ha se interpretado corbusiana o con directas influencias corbusianas. 2
Trabajos recientes 3 que analizan específicamente tanto la circunstancia en que se da la visita de Le Corbusier, como el ambiente general en que se lo recibe, plantean una versión interpretativa diferente, que matiza las influencias directas tempranas, y mas bien supone una trama incremental que se va construyendo en el tiempo, que se consolida aunque algo mas adelante, sobretodo a partir de la adhesión de la siguiente generación de arquitectos.
Siguiendo estas argumentaciones, resulta entonces, cuanto menos problemático suponer centrales o reducir, las ideas del plan regulador y sus instrumentalizaciones, al programa urbano corbusiano.
Prácticamente todos los miembros involucrados en la propuesta del plan son actores protagonistas en la estadía del francés en Montevideo. Mauricio Cravotto plantea gestionar su visita, inquietud que es tomada por las autoridades de la facultad, siendo el Decano Leopoldo C. Agorio el encargado de formalizar el contacto y luego de una serie de idas y venidas, que suponen discusiones de orden económico, la llegada de Le Corbusier casi circunstancialmente se concreta. Esto ya supone un escenario donde es difícil entender una valoración central de su figura.
Es Cravotto también, el encargado de presentarlo en las dos conferencias que Le Corbusier ofrece en la Universidad, una enfocada en temas arquitectónicos y la otra en temas urbanos, donde en lo sustancial, según las crónicas 4, plantea los contenidos y postulados del libro “Urbanismo”.
Octavio de los Campos, Hipólito Tournier y Milton Puente y forman parte de la joven comitiva que lo acompaña en los paseos y recorridas montevideanas.
Sin embargo, la visita apenas se promociona. La revista Arquitectura –que ha informado atentamente la llegada de otros visitantes extranjeros como León Jaussely y Eugene Steinhof, no le dedica ningún espacio de importancia. La información de la llegada de Le Cobusier queda relegada a una mención un tanto inquietante en la breve sección que la revista concede al Centro de Estudiantes 6. Aunque pudiera deberse a lo inesperado de la llegada, ese desinterés se mantiene, tampoco se reseña su estadía, ni sus conferencias, apareciendo solo en el listado del resumen de actividades de la SAU de 1929. 7
Tampoco se trata de falta de referencias. El trabajo de Le Corbusier es conocido, sus materiales publicados circulan en el ambiente académico del ´20. Sin embargo en estos tempranos momentos se lo calibra como integrante de la vanguardia moderna 8 y lo que parece si destacarse es, su estilo retórico, la singularidad narrativa con que postula sus ideas.
En este sentido es notorio cómo, durante la época, es referido en Arquitectura. Sus apariciones en la revista son escasas y confusas, aparece como parte de los arquitectos de la modernidad europea, que se presenta homogeneizada y mas bien ejemplificada por los aportes alemanes y holandeses.
Y su discurso urbano escasamente referido, también aparece diluido entre miradas generalistas o dentro de las reflexiones del panorama urbano moderno:
Arquitectura publica fragmentos de “Urbanismo” en una nota con el título “Pensamientos”, donde además se presentan, siguiendo una lógica de viñetas, citas de Nietzsche y Anatolle France (?) 9
Las interpretaciones de su plataforma urbana, se visualizaban convergentes con la línea cientista moderna predominante en la disciplina: funcionalidad, higiene, especialización de actividades, descongestión, jerarquía circulatoria, importancia del verde urbano, necesidad de estudios previos, etc. 10
Es en este sentido, ilustrador, el enfoque de la Conferencia específica sobre el libro Urbanismo que desarrolla el ingeniero Federico Capurro 11, desconociendo que en pocos días Le Corbusier estará por Montevideo:
La conferencia se argumenta en tanto “divulgación de las ideas del urbanismo moderno”: “Elegimos a tal efecto “Urbanismo” de Le Corbusier, obra que además de reunir los elementos para trazar las líneas generales de un cuadro de las ideas que responden a la vida en la ciudad futura, ofrece un estilo original y ameno que nos permite dar mayor interés a nuestra exposición… [sin que eso signifique] aceptar ciegamente las ideas contenidas con la obra…”. Las diferencias las detallará en la presentación, contrastando las propuestas de Le Corbusier con aportes de Albert Guerard, León Jaussely, y el análisis de la ciudad de Chicago.
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Conferencias de Federico Capurro. Revista de Ingeniería Nº 256 y 257, 1929. Revista Arquitectura Nº 144, 1929
Borrador del discurso de Cravotto presentando las conferencias de Le Corbusier
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Tres invitados
LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Uno de los aspectos que Capurro resalta con especial énfasis, es el programa propuesto explícitamente de “Cirugía en el centro, precisa y medicina afuera. Preparar el futuro en los alrededores y operar en el centro de la ciudad”.12 Esta parece ser una fórmula de consenso, se la puede rastrear en los discursos urbanos de los arquitectos, la sostiene con gran radicalidad Scasso 13, está presente en las argumentaciones de Vilamajó 14 en el debate a raíz del Plan Regulador sostenido con Octavio de los Campos, será citada en los exámenes [ensayos temáticos] de urbanismo publicados 15, dando cuenta de una posición impulsada en la enseñanza, y podrá leerse en las argumentaciones del propio Plan “se fijan las ideas directrices ya para lo que se relaciona con lo existente, ya para lo que se supone previsión para el futuro” 16
Dos aspectos han resultado reiterados en la vinculación entre el Plan Regulador y la plataforma corbusiana hacia el ´30, la coincidencia en el número mítico de tres millones y la aparición de el tipo torre como elemento viabilizador de altas densidades.
Revisando las argumentaciones sobre el número en uno y otro caso, no parece evidente una linealidad que los una.
En Le Corbusier aparece sin mayores argumentaciones en el estudio teórico “Una ciudad de tres millones de habitantes”, estando implícitamente relacionado con la cantidad de habitantes de París hacia la época. 17
En el Plan Regulador aparece justificado como horizonte temporal último: “Insistimos en la cantidad de tres millones como límite de la población urbana, porque se ha demostrado que el aprovisionamiento necesario para la nutrición de una gran ciudad, se torna completamente dificultoso y las materias primas para la alimentación del pueblo, dejan de tener sus propiedades vitales, cuando la aglomeración siendo excesiva, hace que ningún procedimiento mecánico o humano, pueda ser eficaz, para proporcionar esos elementos vitales, dentro de las condiciones de higiene y de economía” 18
Aunque no ofrece mayores referencias, parece un argumento relacionado con las elaboraciones regionales urbanas que analizan las relaciones ciudad campo en tanto roles productivos diferenciados y complementarios, un discurso fuerte en la tradición anglosajona y en los estudios regionales alemanes.
De todos modos la coincidencia resulta inquietante, difícil de sostenerla como mera casualidad.
La lógica del rascacielos, se presenta en ambos discursos en tanto recurso densificador con capacidades especiales para articularse con la naturaleza, si bien los criterios de localización y de uso difieren. En Le Corbusier se plantea como recurso que permite alojar densidades centrales terciarias de 3.500 hab/há. En el plan, se utiliza como doble recurso: en el centro de negocios de la península densificaría especializando la ciudad existente llegando a ocupaciones de 3.000 hab/há y en la periferia permitiría acomodar altas densidades residenciales en los cinturones verdes, que ofician como organizadores y limitantes del crecimiento, alcanzando densidades en el orden de los 700 hab/ há.
Es un vínculo aunque no exclusivo, 19 (la referencia al rascacielos aparece repetidamente en publicaciones de la época) mas que atendible, dado el énfasis que Le Corbusier hace en las bondades de este modo de ocupar económicamente el suelo, y lo detallado de la cuantificación de los rascacielos propuestos, tanto en el la Ville contemporaine de trois millions d'habitants, como en el Plan Voisin.
Ville contemporaine de trois millions d'habitants, 1922. Fuente: Fundación Le Corbusier
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Ville contemporaine de trois millions d'habitants, 1922. Fuente: Fundación Le Corbusier
Plan Voisin, 1925. Fuente : Fundación Le Corbusier
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Como coincidencia incontrastable, las torres previstas en los park-way del Plan Regulador alojan idéntica cantidad de habitantes que los rascacielos cruciformes.
Curiosamente Cravotto, para mayores equívocos, poco tiempo después de presentado el plan se referirá al rascacielos, “Montevideo dado su geografía humana y urbana, creo no necesita del rascacielos sino para algunas concentraciones administrativas especialmente estudiadas en forma de centros cívicos donde la técnica arquitectónica moderna lo haga factible y solo en algunos casos el edificio alto –sin llegar a ser rascacielos – destinado a habitación, cuándo haya a su pie naturaleza bastantepara que el hombre no pierda su contacto, pero naturaleza no solamente desde el punto de vista de la tierra y el árbol, sino también de la escala, del silencio, de los horizontes lejanos, en suma, naturaleza, equivalente a cierta dosis de paz” 20
Otros aspectos, vinculados a la celebración de velocidad circulatoria, la vocación medicinal y moral del verde urbano, la clasificación de los habitantes según su función laboral, pueden también entenderse como enfoques compartidos, presentes a su vez en múltiples propuestas urbanas modernas.
Su manejo parece entonces, mas condicionado por los consensos disciplinares de la época, que con importaciones directas de los modelos urbanos del francés.
Aportes específicos a la discusión del futuro urbano de la ciudad planteados en la visita, como los bocetos de los “rascamares”, propuesta de reconfiguración de la ciudad bocetada , parecen quedar en la mera anécdota del viaje y no tendrán mayor desarrollo.
La influencia Corbusiana en el Plan Regulador, parece más compleja, opaca y lejana, a lo sumo compartida con otras referencias, de lo que ha dado cuenta la historiografía urbana nacional.
1- Entrevista a Rodolfo Amargós a propósito de la vista de Le Corbusier. Crónica, Montevideo, 29 de noviembre de 1929
2- Observaciones sobre Le Corbusier de C. A. Herrera Mac Lean, publicadas en el Suplento de La Nación de Buenos Aires, referidas en "Le Corbusier en Montevideo", La Cruz del Sur Nº 27, Montevideo, febrero 1930.
3- Ver Salvador Schelotto, "El Anteproyecto de Plan Regulador de Montevideo. Una mirada desde los 90”, en “Mauricio Cravotto 1893-1962”, Editorial Dos Puntos, 1994 y William Rey, "Le Corbusier en tiempos de la renovación arquitectónica", en “Le Corbusier en el Río de la Plata, 1929”, CEODAL, FARQ, 2009
4- Ver Jorge Nudelman, “Tres visitantes en París. Los colaboradores uruguayos de Le Corbusier”, Universidad de la República, 2016 y Emilio Nisivoccia “Viaje al occidente austral. Precisiones desde la carlinga de un avión (1929-1935)” en en “Le Corbusier en el Río de la Plata, 1929”, CEODAL, FARQ, 2009
5- Guillot Muñoz , Gervasio y Álvaro, "Le Corbusier en Montevideo", La Cruz del Sur Nº 27, Montevideo, febrero 1930.
6- En el Nº 144 de Arquitectura sin constar en el sumario, aparece una nota breve y marginal, firmada por RBC, que da noticia de su próxima llegada. El tono es algo inquietante, de un entusiasmo que bordea lo irónico, pero en todo caso da cuenta de la existencia de partidarios y detractores.
Izquierda: Entrevista a Rodolfo Amargós a propósito de la vista de Le Corbusier. Crónica, Montevideo, 29 de noviembre de 1929. Derecha: Le Corbusier junto Leopoldo Agorio y los jóvenes arquitectos de los Campos, Puente, Tournier, el entonces estudiante Muchinelli y otro acompañante no identificado.
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Izquierda: Biblioteca Fundación Cravotto, 1º Edición de Vers une architecture, en lápiz se lee "Acá el libro de un macho moderno". Derecha: Le Corbusier propuesta para Montevideo, 1929
1931 Werner Hegemann
UNA VISITA DESCONCERTANTE
Al año siguiente de presentado el Plan Regulador, en diciembre de 1931, Werner Hegemann visita Montevideo.
En su llegada, una vez más, mucho tienen que ver los vínculos y las activas gestiones de Cravotto, en particular su relación con el Ing. Carlos Della Paolera, figura responsable de impulsar la presencia de Hegemann en la Argentina.
La invitación, gestionada por la sociedad porteña los Amigos de la Ciudad y la Intendencia de la Ciudad de Buenos Aires, será auspiciada además, por las autoridades del municipio de Rosario, Mar del Plata y Montevideo. La presencia de Hegemann se extenderá cuatro meses, y tendrá como objetivo el estudio de las condiciones y problemáticas de las cuatro ciudades y la consideración crítica de medidas de renovación y transformación. 1
Hacia el ´30 Werner Hegemann era desde hacía largo tiempo uno de los más importantes y reconocidos analistas urbanos en el mundo. La escasa atención que sus estudios han tenido en tiempos posteriores distorsiona la influencia que sus aportes ejercieron en el pensamiento urbano en América y Europa en la primera parte del siglo XX.
La figura de Hegemann podría describirse mejor como la de un observador crítico, en vez de un planificador o arquitecto que ejercía practicando su profesión. Personaje inclasificable, sostiene una teoría híbrida que aúna tradición y modernidad, en el sentido que reconcilia las ideas progresistas de la planificación “con sus intereses estéticos, sentido de la historia y conocimiento del valor simbólico de los centros y monumentos cívicos” 2
Su formación en temas urbanos era, bastante atípica, incluso en el escenario disciplinar del novecientos alemán.
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LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Había seguido cursos de Historia del Arte y Urbanística en Berlín, Munich, y en la École des Beaux Arts en París. Posteriormente sigue estudios de Economía en Pensilvania, Berlín, París, Estrasburgo y Munich donde termina su doctorado en Ciencias Políticas en 1908.
En 1909 organiza las pioneras e influyentes muestras, “Boston 1915” y especialmente la “Exposición Universal sobre Planificación de Ciudades de Berlín”, de la que es secretario general, y cuyo catálogo cuidadosamente editado, constituyó uno de sus primeros libros de importancia internacional: "Der Städtebau".
Son continuos los viajes a Estados Unidos donde dicta clases de urbanística y realiza planes para ciudades de los estados de Wisconsin y Pensilvania, y establece vínculos con los líderes del Movimiento de Planificación de Ciudades, especialmente sus compañeros de curso en la Universidad de Pensilvania: John Nolen, Benjamín C. Marsh y Rexford Tugwell. Transformándose en uno de los principales responsables de la difusión del conjunto de ideas de la planificación alemana en Estados Unidos e informando también en Europa de los desarrollos estadounidenses en materia urbana.
En Sudamérica, previamente a su llegada es bien conocido sobretodo a partir de sus escritos y trabajos editoriales.
En 1922 publica “American Vitruvius”, un verdadero tesauro de las propuestas de arte cívico, que plantea la búsqueda de una síntesis entre las consideraciones de lo urbano como sistema y la forma urbana entendida en términos espaciales que Camillo Sitte había emprendido a finales del siglo XIX.
Era ya responsable editorial de la prestigiosa publicación "Wasmuths Monatschefte für Baukunst" desde 1914, y de "Der Städtebau" revista pionera en la divulgación especializada en temas urbanos que se edita desde 1904 hasta 1929, pasando luego a conformar una sección de Wasmuths.
En la facultad estas publicaciones se reciben desde 1926 (3), siendo en temas arquitectónicos y urbanos revistas de cabecera. No hay suceso o tema urbano que no se comente en "Der Städtebau", siendo explícita la línea editorial que refiere a temas de diseño urbano, con numerosas y complicadas discusiones sobre aspectos técnicos, financieros y legislativos.
Desde estas publicaciones difundirá los avances de la planificación cientista europea y principalmente alemana, matizadas ideológicamente con las posiciones culturalistas de Stadtbaukunst y Civic Art, a la vez que ejerció una aguda crítica respecto de la relación entre los intereses y los instrumentos que determinan la producción de ciudad. 4
En la estadía montevideana realizará dos conferencias 5, la primera se apoya en la proyección de Die Stadt von Morgen (La ciudad del mañana) de 1930, film animado promovido por el Ministerio de Bienestar alemán y por los Profesores Arquitectos - Planificadores Herman Jansen 6 y Otto Blum.
En lo sustancial plantea los argumentos de las ideas urbanas alemanas tempranamente desarrolladas en los manuales de Reinhard Baumeister, Josef Stübben y Rud Eberstadt, centradas en la noción de “desarrollo natural”, que comprenden la metrópolis como organismo sin límites fijos pero monocéntrico, con la preocupación explícita por el ordenamiento económico del suelo. Esta posición, instrumentalmente se abordaba a partir de la relación adecuada entre Plan y Reglamento Edilicio, siguiendo el objetivo de controlar sin comprometer el libre desarrollo de la ciudad. En la tradición alemana liberalismo y Estado fuerte se revelan como aspectos conjugables. 7
El núcleo de la propuesta de Hegemann supone entonces, el Plan como instrumento de correlación de acciones, capaz de distribuir la renta del suelo en forma ordenada y homogénea sobre el territorio, y la libre disponibilidad de la propiedad. Pero no se trata de una posibilidad absoluta: el reglamento edilicio debe actuar de modo de impedir concentraciones y expresiones tales de la propiedad, que terminen distorsionando el mercado edilicio.
Se plantea así un programa específico apoyado en el zoning funcional, la racionalidad jerárquica del viario, la atención estética y simbólica del centro, la distribución homogénea de servicios y parques y la atención a la tipología edificatoria, con especial preferencia por las edilicias populares en la línea de la ciudad jardín, entendida como elemento básico del modo de producción de la ciudad. Siendo todos ellos, instrumentos a integrar en la búsqueda de una organización justa del crecimiento, aspecto que se maneja generalmente siguiendo la forma radial.
En la primera conferencia además se introduce en un debate local.
Polemiza con la posición sostenida en una nota del diario El Día, que recogiendo los ecos de la presencia de Steinhoff 8, reivindica el modelo vienés de vivienda colectiva, posición compartida y celebrada por buena parte de los arquitectos modernos nacionales.
Carta de Hegemann a Cravotto, coordinando fechas de la visita Montevideana y comentando el Plan Regulador. Fuente: Fundación Cravotto
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Izquierda: Revistas "Wasmuths" y "Der Städtebau" recibidas en la Biblioteca de la facultad desde 1925. Derecha: Biblioteca en Fundación Cravotto, "Wasmuths"
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Tres invitados
LOS APORTES EXTRANJEROS EN LA CONSTRUCCIÓN DISCIPLINAR
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Hegemann critica esta posición, se opone a la densidad de los bloques del “modelo vienés” y refiere a sus condiciones higiénicas, argumentando a favor de la vivienda aislada que había observado en las recorridas por los barrios montevideanos. “La pequeña casa con jardín, bien urbanizada, es el ideal de la familia con niños” 9
Al desconcierto que provocan estos comentarios, se le sumarán las observaciones de la segunda conferencia, específicamente referidas a la ciudad de Montevideo.
Con una retórica que simula la autoentrevista, se pronuncia contra la “provinciana” política municipal de pavimentación, la dudosa “armonía” de la Plaza Independencia y el “modernismo de pacotilla” que ve en las nuevas construcciones montevideanas. Manifestándose nuevamente, a favor del “estilo criollo” de las viviendas anónimas realizadas por los constructores, “solución simple, económica, que nos aproxima mucho a las soluciones mas modernas y racionalistas de nuestros tiempos. Creo que un enemigo de la buena arquitectura es el arquitecto que no posee el sentido racional de lo necesario… de la arquitectura de su país y que quisiera reemplazarlos por la aplicación arbitraria de cosas extranjeras antiguas o modernas” 10
La respuesta a las conferencias de Hegemann no se hace esperar.
Dos comentarios públicos y otro privado, darán cuenta de cómo, en el escenario local, fueron interpretadas las posiciones de Hegemann.
Octavio de los Campos ensaya una respuesta un tanto violenta, reivindicando las búsquedas urbanas del Plan Regulador y oponiéndose al modelo de ciudad suburbana de baja densidad de “…la casa de los constructores italianos…”, ponderada por Hegeman. 11
Otro redactor anónimo también se expresará sobre las críticas de Hegemann 12 argumentando que los arquitectos “nos son responsables” en tanto su rol profesional es irrespetado. Claramente aprovecha la oportunidad para insistir sobre las demandas corporativas por la afirmación y delimitación de las atribuciones disciplinares. La defensa de la arquitectura “sin arquitectos” resultaba incomprendida en tiempos de disputa por la firma profesional con constructores e ingenieros.
Cravotto a través de un contacto epistolar privado con el propio Hegemann, también le comentará las impresiones de su posición.
El tono es mesurado y analítico, pero no exento de ironía, cuando se refiere a las valoraciones como arquitectura tradicional de las casas de los constructores italianos.
La respuesta se centra exponer el valor cultural y democrático de la ciudad más densa, en tanto promueve la vida colectiva brindando con mayor economía fácil acceso a los recursos urbanos.
Cravotto establece así, la diferencia de carácter ideológico, con el modelo de ciudad suburbana con que Montevideo se desarrollaba, que entiende celebrado por Hegemann. Modelo que advierte “es individualista, egoísta, encasilla al hombre y fomenta el odio y la vanidad. Hace que no se acepte ninguna participación del conciudadano… nuestro país necesita por lo menos por un tiempo las lecciones del colectivismo y del cooperativismo.” 13
La publicación de los estudios llevados a cabo por Hegemann en las ciudades del Río de la Plata, incluyendo breves referencias a Montevideo y a la propuesta del Plan Regulador, aparecerá en tres entregas sucesivas de Wasmuths Monatschefte für Baukunst.
Cravotto traduce y sistematiza los artículos, que son publicados en dos oportunidades por la revista CEDA con el título “Como un urbanista en Sudamérica”.
Años después, en 1942, en la revista Anales de la Facultad de Arquitectura, Cravotto 14, presenta un cuadro de lo que considera las principales referencias en materia urbana.
Jaussely, Jansen, Howard y Probst, se cuentan entre los precursores. Le Corbusier, Gropius, Sartoris y Neutra aparecen vinculados a los desarrollos en materia de vivienda. Bruner miembro de “Der Städtebau" en Sudamérica, aparece vinculado a los aportes docentes. Hegemann no aparece mencionado.
Carta de Hegemann a Cravotto, coordinando fechas de la visita Montevideana y comentando el Plan Regulador. Fuente: Fundación Cravotto
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Traducciones de “Un urbanista en Sudamérica”, publicado en tres entregas en Wasmuths. Fuente: Fundación Cravotto
Izquierda: Derecha: Revista Anales de la Facultad Nº 4, 1942. Síntesis de los principales aportes en materia urbana, M. Cravotto.
1- Francisco Liernur, “Werner Hegemann y Buenos Aires”, en “1930-1950, arquitectura moderna en Buenos Aires”, Sandro Borghini, Hugo Salama, Justo Solsona, FADU-UBA, 1987
2- Christiane Crasemann Collins, “Werner Hegemann and the search for universal urbanismo”, W.W. Norton & Company, Nueva York, 2005.
3- Jorge Nudelman y Macarena Fernandez, en “Werner Hegemann en Montevideo”, ofrecen una crónica que contiene las recomendaciones de Rodolfo Amargós de incorporar las publicaciones dirigidas por Hegemann al material bibliográfico de la joven Facultad de Arquitectura.
4- Almandoz, Arturo, “Modernización urbanística en América Latina. Luminarias extranjeras y cambios disciplinares, 1900-1960”, Iberoamericana, VII, 27 (2007), 59-78
5- Revista Arquitectura, 1931, Nº 168 – 69 y 1932, Nº 170. Conferencias del Dr. Werner Hegemann.
6- Herman Jansen, ganador del proyecto para el Gran Berlín en 1909 y del Plan de Madrid junto Zuazo, será para Cravotto una de las grandes referencia del pensamiento urbano.
7- Giorgio Piccinato, La construcción de la urbanística. Alemania 1871 -1914, Oikos – TAU, 1993.
8- “Conferencias del Prof. Steinhof”, Revista Arquitectura, Nº 142, 1929, p. 169
9- Revista Arquitectura, Nº 168 - 69, 1931, p. 265.
10- Revista Arquitectura, Nº 170, 1932, p. 6.
11- Revista Arquitectura, Nº 171, 1932, p. 45.
12- Revista Arquitectura, Nº 171, 1932, p. 46.
13- Carta de M. Cravotto a Hegemann, de enero de 1932. Archivo M. Cravotto, carp. 1, num. 30
Izquierda: Fotogramas de la película proyectada en la segunda conferencia. Die Stadt von Morgen (la ciudad del mañana) 1930, Película promovida por el Ministerio de Bienestar y por los Profesores Herman Jansen y Otto Blum. Derecha: Carta de Cravotto a Hegemann sobre las conferencias de Montevideo. Fuente: Fundación Cravotto, Archivo Carp. 1, Num. 30
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Antecedentes locales
DE LOS HIGIENISTAS Y EMBELLECEDORES A LOS PRIMEROS CIENTIFICISTAS
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La formación del urbanismo como disciplina en nuestro medio transita por un período inicial en el que confluyen una serie de personajes e instituciones germinales, que harán de puente con los intereses de Mauricio Cravotto. Éste será quien impulse el desarrollo de una visión cientificista que promoverá a partir de sus estudios y perfeccionamiento de la mano de sus vínculos con los urbanistas franceses, alemanes y americanos, algunos directos y otros a través de libros y revistas.
Las visiones previas a Cravotto eran eminentemente parciales y las preocupaciones se construían a partir del análisis de algunos componentes de la matriz urbana y la búsqueda de soluciones también parciales. Así se podría hablar -mas que de urbanistas pues la terminología aún no había coagulado- de embellecedores, higienistas, economistas y viales, como campos de inquietud y de trabajo de aquellos que comenzaron a construir un saber urbano específico.
Estas visiones parciales serán desplegadas para transformar las ciudades y el territorio buscando avances y generación de riquezas. El objetivo es poner en funcionamiento la maquinaria operativa que haga posible la modernización del país y consecuentemente la de sus ciudades y su territorio rural aportando salubridad y belleza en las primeras y eficiencia para el segundo.
Algunos años pasarán hasta que se vean estos componentes de manera articulada y a las ciudades como un sistema sobre el que actuar con ciencia y arte enlazados. Esto se hará visible un poco más adelante en el tiempo, por ejemplo en la resolución del Consejo de Facultad de Arquitectura del 23 de julio de 1935, que aprueba la formación de un Instituto en la materia. Allí se nombra una comisión para la creación del Instituto de Urbanología, primando la intención de denominarlo como una ciencia. En ese momento la constitución del Urbanismo como ciencia-arte ya estaría avalada. Pero recorramos brevemente los antecedentes.
Es de corriente aceptación que las primeras visiones sobre la ciudad de Montevideo como entidad problemática a ser transformada y ordenada guardan relación con el período modernizador de fines del siglo XIX y principios del XX. Estos momentos coinciden por un lado con las necesidades de construcción de infraestructuras y equipos adecuados a la realidad de un Estado cuyo rol en el mundo se delinea como abastecedor de materias primas e importador de productos industrializados. Y por otro lado con los requerimientos simbólicos de una ciudad que debe asumir su rol representativo acorde a lo que exige una capital nacional.
De un lado entonces se inician los estudios ingenieriles para satisfacer la localización de los ferrocarriles y su Estación Central inaugurada en 1897. Las redes extendidas sobre el territorio nacional, junto al alambramiento de los campos y el Código Rural de 1875 van transformando el campo salvaje en fábrica de carne, lana y cueros para la exportación. Asociado a esto se desarrollan una serie de estudios para el puerto de Montevideo que implican enormes transformaciones en la parte urbana de la ciudad: proyectos como los presentados por Benigno Carámbula con el asesoramiento del Ing. Juan Morell y Gómez en 1889 marcan el inicio del camino que llevará a la construcción de esa crucial infraestructura que iba acompañada de operaciones acordes a la naciente sensibilidad civilizada incorporando cloacas, bulevares y paseos costeros.
En 1895 la propuesta de Luther dispara la formación de una Comisión de Estudios del Puerto de Montevideo que culmina con el proyecto de Kummer y Guerard aprobado en 1896. La piedra fundamental se coloca en 1901 y el puerto se inaugura finalmente en 1909 quedando conformado un frente a la bahía que acumula artefactos técnicos para el rol exportador.
Del otro lado, los requerimientos representativos inician un proceso en el que el problema central es la falta de carácter de una ciudad que se expande homogéneamente y a impulsos de la especulación de suelo, repitiendo sin cesar la misma monótona sucesión de amanzanados. Tal como se menciona en un editorial de la revista Arquitectura de la SAU Nº 30 de 1919: “No es una novedad - bien lo sabernos - decir que Montevideo ha crecido anormalmente y que se ha extendido al azar, o impulso de las caprichosas y -con frecuencia- interesadas iniciativas de propietarios guiados por un propósito de excesivo lucro; que se han creado y formado barrios, con la más absoluta libertad, que atentan contra la higiene y la belleza urbanas; que se han abierto sin orden ni regularidad calles de ancho exiguo y de trazado invariable y monótono; que se ha olvidado la apertura de plazas y demás espacios libres en el intrincado y compacto amanzanamiento existente; que para nada se ha tenido en cuenta la conveniencia de adaptar los trazados de barrios, plazas y calles a las condiciones naturales, pintorescas y topográficas de los lugares escogidos para esos emplazamientos”. Ni aún el plano de la Ciudad Novísima delineado por Francisco Surroca en 1872, con intenciones ordenadoras de los sucesivos fraccionamientos, logran dar una imagen de ciudad moderna y que “enlace con gracia y variedad los diferentes barrios” dando armonía al conjunto.
Resolución del Consejo aprobando la creación del Instituto de Urbanología 1935
Propuesta de puerto de Montevideo Benigno Carámbula (1889)
Arriba propuesta de Kummer y Guerard (aprobada 1896 arriba) y abajo propuesta de Luther (1895)
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Antecedentes locales
DE LOS HIGIENISTAS Y EMBELLECEDORES A LOS PRIMEROS CIENTIFICISTAS
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Las respuestas buscadas a este problema fueron variadas y muchas veces se superpusieron soluciones y se replicaron iniciativas. Por un lado los sucesivos planos reguladores -parciales en general y totales en algunos casos- y por otro lado las propuestas de ordenanzas sobre la edificación privada que intentaban ordenar y limitar los excesos.
Los episodios más significativos guardan relación con algunos avances institucionales como la creación de la Dirección de Paseos de la Municipalidad de Montevideo -para cuya dirección se trae a Louis-Ernest Racine desde la École d’Horticulture de Versalles- y con la consulta de técnicos especialistas extranjeros que analicen el estado de la ciudad y planteen propuestas específicas. Así se contrata a Edouard André que había había trabajado con Haussmann en París, para hacer el Plan de Embellecimiento y Ensanche de Montevideo entregado en 1891.
Más adelante en el tiempo, el propio presidente Batlle y Ordoñez se interesa en estos temas y toma la iniciativa junto con su Ministro de Obras Públicas, el Ing. Víctor Sudriers de detener las obras que se habían iniciado para construir el Palacio de Gobierno y llamar a un Concurso Internacional de Proyectos para el Trazado General de Avenidas y Ubicación de Edificios Públicos. Se invita especialmente a los principales urbanistas del mundo: de Alemania los equipos de Herman Jansen y de Joseph Brix que habían ganado el primer premio compartido en el concurso para el Gran Berlín de 1910. De Italia a Augusto Guidini y de Francia a Joseph-Antoine Bouvard. Adicionalmente fueron invitados a participar técnicos nacionales.
El concurso, como se sabe, fue ganado por Guidini, aún cuando en la primera votación del jurado obtuvo más votos la propuesta de Brix. Sin embargo, debido a que el ganador debía serlo por mayoría absoluta de acuerdo al reglamento, en sucesivas votaciones fue perfilándose ganadora la del italiano, por haber mayores disconformidades con que se premiara la del alemán.
Resulta interesante ver en detalle esta última, presentada con el lema Vivat Montevideo, dadas las similitudes que presenta con algunas de las propuestas desarrolladas por Cravotto en el Plan Regulador. En efecto, los comentarios del jurado hablan de un “criterio técnico superior” probablemente fundado en que Brix y su socio Felix Genzmer formaban parte de la avanzada del urbanismo europeo. Desde 1908 venían coordinando un curso denominado Conferencias Urbanas en el Seminario de Diseño del Instituto Real de Tecnología de Berlín en el cual dictaban conferencias los principales referentes en urbanismo de la Alemania de la época. Así por ejemplo Reinhard Baumeister, Josef Stübben y Rudolph Eberstadt quienes además habían publicado los primeros manuales de urbanismo Expansiones de la ciudad en relación a la técnica, el control administrativo y la economía de 1876, El diseño urbano de 1890 y Manual de la vivienda y el problema habitacional de 1909 respectivamente.
Las conferencias del Seminario son también parte de la preparación de la gran “Exposición Internacional de Diseño Urbano de Berlín” de 1910 donde entre otros asuntos se exponen los proyectos premiados en el Concurso del Gran Berlín de ese mismo año.
El jurado del Concurso de las Avenidas menciona como debilidad del proyecto de Brix que resultaría muy difícil de implementar. Dice por ejemplo que “no puede reducirse a escombros miles de casas en barrios ya densamente poblados para hacer avenidas bordeadas de jardines en decenas de miles de metros de extensión”. O que el proyecto resultaba “contrario a la facilidad, seguridad y comodidad del tráfico. Los medios empleados por la locomoción moderna y los que en el futuro se utilizarán, requieren la formación de vías amplias sin tortuosidades y cambios bruscos de dirección […] el proyecto se caracteriza por el afán de irregularizarlo todo […] por una serie de líneas entrantes y salientes, angostamientos ilógicos, curvas rápidas […] el proyectista ha cometido el error de proponer para lo que será un foco de movimiento, un sistema de vías que solo debe aplicarse a estaciones balnearias con lo que se consigue romper la monotonía que impone el desarrollo de la vialidad en la ciudad comercial” refiriéndose a los parkways que Brix promueve como vías de circulación principales. La propuesta de Brix resultó significativa para Cravotto que contaba con una copia de la misma en su estudio y que retoma con fuerza la idea de los parkways en el Plan Regulador de 1930.
Revista Arquitectura SAU Nº 30 de 1919
Programa del Seminario Städtebauliche Vorträge dictado por Brix y Genzmer
1 Städtebauliche Vorträge aus dem Seminar für Städtebau an der Königlichen Technischen Hochschule zu Berlin
2 Sus títulos en Alemán son respectivamente:
Baumeister: “Stadterweiterungen in technischer, baupolizeilicher und Wirtschaftlicher Beziehung”
Stübben “Der Städtebau" Eberstadt “Handbuch des Wohnungswesens und der Wohnungsfrage”
Prof. Joseph Brix y proyecto ganador del segundo premio del Concurso de las Avenidas
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Antecedentes locales
DE LOS HIGIENISTAS Y EMBELLECEDORES A LOS PRIMEROS CIENTIFICISTAS
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El autor del tercer premio, el Arq. Eugenio Baroffio, también constituye uno de los antecedentes locales en materia de urbanismo que destaca no solamente en épocas previas a Cravotto, sino que también forma parte de las continuidades relevantes. Ingresa a la Sección Arquitectura del Municipio de Montevideo ni bien es creada en 1907, llegando a ser Jefe de esa Sección, además de Director de Paseos y Director de Obras Municipales. Desde allí se promueve la realización de algunos experimentos de trazados urbanos enormemente interesantes como el Barrio Jardín “Parque del Pueblo” frente al actual Parque Rodó en 1913 y un proyecto similar frente al cementerio del Buceo del cual se realizó un fragmento muy menor.
También se realizan avances en relación a las normativas y ordenanzas referidas a la arquitectura y la construcción como por ejemplo reglamentaciones sobre andamios y demoliciones, altura de edificios y salientes y las Ordenanzas de Higiene de la Habitación de 1928.
Otro personaje cuya actividad resulta un antecedente fundamental para Cravotto en los inicios del urbanismo nacional es el Arq. Raúl Lerena Acevedo quien es el primer director de la Sección Embellecimiento de Pueblos y Ciudades de la Dirección de Arquitectura del Ministerio Obras Públicas creada en 1911. Su actividad se centra mayormente en las ciudades del interior del país para las cuales la Sección elabora una gran cantidad de Planos Reguladores dentro de los que figuran los de Melo, Salto, Paysandú, San José, Colonia, etc., así como proyectos de parques y jardines entre los que destaca el del Parque Nacional de Carrasco elaborado junto a Charles Racine.
En la Revista de Obras Públicas y Edilicias publica frecuentemente textos referidos a problemas de urbanismo, tanto en relación a temas de índole teórico-conceptual como a propuestas de legislación específica. También publica algunos de los planos reguladores realizados en la oficina técnica.
Es de destacar también la publicación especialmente realizada para el Primer Congreso Panamericano de Arquitectos de 1920: la Contribución de la Sección Embellecimiento de Pueblos y Ciudades al Primer Congreso Panamericano de Arquitectos Celebrado en la Ciudad de Montevideo que en unas 48 páginas desarrolla una serie de temas de interés. Entre ellos las Prescripciones Generales para el Trazado de Ciudades y Aglomeraciones Urbanas de la República, donde se establecen en 73 artículos los criterios que deberían tenerse en cuenta a los efectos de la creación de nuevos trazados urbanos. Allí se menciona por ejemplo:
“Art 1. Todo nuevo trazado deberá obedecer a un plan preconcebido y metódico, confeccionado de acuerdo con reglas relacionadas. Será materia de un detenido estudio, teniendo en cuenta no solamente exigencias prácticas de circulación, la higiene y la explotación del terreno, sino muy principalmente consideraciones artísticas.
Art 2. […] En la medida de lo posible, se conservarán las particularidades locales, tanto desde el punto de vista del paisaje como de la arquitectura y la historia. De esta manera, se obtendrán sin esfuerzos concepciones pintorescas.
Art 4. Se evitarán los trazados arbitrarios y sin ningún valor artístico, especialmente los sistemáticamente cortados en damero.
Art 9. Las calles tienen por fin esencial, facilitar la circulación. Su trazado debe adaptarse a las corrientes del tráfico presente o futuro y será hecho, dentro de lo posible, de acuerdo con reglas artísticas.
Art. 10. La facilidad de las comunicaciones exige el trazado de las calles radiales, circulares, diagonales y secundarias y de espacios libres en los cruces.
Art 14. Una calle no es bella si es demasiado larga, ofrece perspectivas monótonas y revela toda una ciudad del primer golpe de vista”
En estas prescripciones se percibe el espíritu de Sitte y Unwin respecto del modo de hacer los trazados así como las enseñanzas de Poëte respecto de la empatía del urbanista con las condiciones de la ciudad o del lugar. Este trabajo presentado al Congreso generó una serie de instancias de debate acerca y fue el tema tratado por la Mesa 1 con el nombre “Transformación, ensanche y embellecimiento de la ciudad de tipo predominante en América”.
En las conclusiones puede notarse la influencia de estos temas que calaron hondo en los presentes: “El Primer Congreso Pan-Americano de Arquitectura, llama la atención de los gobiernos nacionales y locales sobre la imprevisión y falta de estudio de las condiciones de higiene, estética y de economía del tráfico que se observa en la generalidad de las ciudades americanas […] el medio positivo y racional para subsanar los defectos producidos por la imprevisión. y los errores del pasado y poder preparar las ciudades del futuro en condiciones propicias para la vida moderna, es el de establecer un plano regulador general de las reformas y ensanches de cada una, completado por un cuerpo de ordenanzas”. Asimismo se hicieron votos para que las autoridades establezcan planos reguladores en las ciudades; para que las facultades de arquitectura incorporen un curso de urbanización; y para que se creen Ligas en las ciudades que sirvan para posicionar en la discusión pública los temas del urbanismo.
Si bien las visiones promovidas por estos personajes resultan mucho más simplificadoras de la realidad urbana al comprenderla por aspectos parciales y de ninguna manera articuladas sistémicamente, las líneas de continuidad con las perspectivas de Cravotto son evidentes. Al momento de fundarse el Instituto de Urbanismo -primer instituto de la Facultad de Arquitectura- en el año 1936, la Comisión Directiva presidida por Cravotto cuenta entre sus miembros a Lerena Acevedo y Baroffio, junto con otros referentes presentes y futuros de la arquitectura y el urbanismo nacional como Gómez Gavazzo, Ricaldoni, Scasso y Vilamajó.
Arq. Eugenio Baroffio y plano del barrio jardín Parque del Pueblo
Arq. Raúl Lerena Acevedo, plano regulador para Salto y Paysandú
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Cravotto y su equipo
VISIONES Y COMPLEJIDADES DE UN TRABAJO COLECTIVO
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El carácter de obra colectiva que presenta la formulación del Plan Regulador de 1930 es destacado hoy en día como una circunstancia insólita para la época 1. La conformación de un equipo técnico orientado por Cravotto se puede ver como un modo de trabajo que prefiguraría los modos de trabajo actuales, en equipo y multidisciplinarios.
Efectivamente, el equipo conformado por los arquitectos Mauricio Cravotto, Octavio de los Campos, Milton Puente, Hipólito Tournier, Américo Ricaldoni, y el ingeniero civil Santiago Michellini, demostró ser un equipo con una visión de trabajo de gran vigencia al día de hoy. Su trabajo, basándose en las condiciones concretas del Montevideo de los años 30, se plasma en una proyección a futuro que hoy en día continúa sorprendiendo por la validez de su visión y la consideración de los factores que se plantea solucionar. Tal como plantean Carmona y Gómez: “Introduce una metodología científica para el estudio de los problemas urbanos a través de la elaboración de un expediente urbano que reúne la información necesaria para abordar el diseño con rigor y racionalidad” 2 .
Por otro lado, se reconoce el valor de síntesis entre modernidad y tradición que plantea el equipo, factor que lo distingue como de visión innovadora, en tanto la adopción de ideas renovadoras que surgían en el mundo, en el campo del urbanismo y su adaptación específica a la ciudad de Montevideo.
Esta impronta presente en el Plan no es ajena a la personalidad variada de los integrantes del equipo que lo formula, por lo que un punto clave para la interpretación y comprensión del Plan en los términos que se plantea, es conocer los integrantes del equipo y sus vínculos.
En consecuencia, la pregunta que surge es: ¿Quiénes eran aquellos a quienes se les realizó el pedido de formulación del Plan?
El Arq. Mauricio Cravotto, nacido en el año 1893 y egresado de la Facultad de Arquitectura en el año 1917 a la edad de 24 años, se convierte en el director del equipo de trabajo al que se le realiza el encargo de elaborar el Plan para la ciudad de Montevideo.
El equipo se completa por un plantel de jóvenes arquitectos, todos egresados de la Facultad de Arquitectura en el año 1929 -a lo que hoy se considera temprana edad: Octavio de los Campos 27, Milton Puente 23, Hipólito Tournier 23 y Américo Ricaldoni 27 años-.
A su vez, el ingeniero del equipo, Santiago Michellini, se gradúa de Ingeniero Agrimensor en el año 1922 a los 22 años y a los 25 en 1925 de Ingeniero de Puentes y Caminos.
El Director
Resulta imprescindible tomar conocimiento de la particular visión de Cravotto, profundamente forjada por la realización de diversos viajes al exterior, donde el arquitecto toma contacto con situaciones de vanguardia, tanto a nivel arquitectónico como urbanístico.
En efecto, Mauricio Cravotto, a los seis meses de graduado, ganando con el proyecto “Un Palacio para los Congresos Internacionales” el primer “Gran Premio” de la Facultad de Arquitectura, se hace acreedor a una beca consistente en gastos de viaje y estadía por dos años “en el extranjero”, comenzando una larga y variada serie de viajes.
Entre 1918 y 1921 recorre los Estados Unidos de América, y al finalizar la guerra en Europa, Inglaterra, España e Italia, estableciéndose en París, donde asiste a los cursos de León Jaussely y Marcel Poete.
Buenos Aires, los Andes, Valparaíso fueron otros de sus destinos.
En dichos viajes recorrió, observó, estudió en diversas instituciones, y conoció importantes personalidades de la época, conformándose de este modo un profesional de mirada aguda, que supo combinar elementos tradicionales y locales con la arquitectura moderna. Más aún, se lo reconoce como “un introductor de las tendencias modernas” en nuestro país.
Es de destacar que en el año 1921 escribe un artículo resultado de sus observaciones respecto a los Centros Cívicos en Estados Unidos, en el que se percibe una cierta fascinación ante los mismos. En cierta forma, ya va estableciendo pautas que luego se plasmarían en la realización del Plan, lo que lo manifiesta como agente intelectual primordial del mismo.
En la Revista Arquitectura No. 48 del año 1921, Cravotto escribe el artículo “Sobre urbanización. Centros Cívicos en Estados Unidos”, donde realiza una serie de observaciones que denotan el particular interés que le despiertan dichos centros, y tal cual lo expresa: “la conveniencia de adoptar en la composición de la ciudad moderna, el principio de subdivisión de funciones: es decir el de agrupación de edificios y espacios en zonas urbanas que respondan en lo posible a determinadas actividades de los habitantes que forman una ciudad”.
Mauricio Cravotto dibujando el Palacio Municipal de Montevideo, s/fecha. Fuente: Fundación Cravotto
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Cravotto y su equipo
VISIONES Y COMPLEJIDADES DE UN TRABAJO COLECTIVO
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“Un estudio especial conduciría a resolver con exactitud y visión del medio ambiente el problema de las agrupaciones necesarias para el desenvolvimiento de todas las actividades, pero sin implicar un aislamiento absoluto de las mismas ya que la extensión de las ciudades importantes modernas determina a veces la multiplicación de los centros urbanos en diferentes zonas de la ciudad”.
Dicha particular visión es incorporada oficialmente en la enseñanza en la Facultad de Arquitectura, más allá de los diversos cursos de Proyecto de Arquitectura en los que participó entre 1921 y 1940, particularmente en la Cátedra de Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista, en el cual fue Profesor Titular entre los años 1925 y 1952, y a partir del año 1936, cuando es designado Director del recientemente creado Instituto de Urbanismo de la Facultad de Arquitectura.
El conocimiento de detalle que Cravotto demostró tener de los problemas que aquejaban a la ciudad de Montevideo, y la visión analítica y rigurosa que en consecuencia imparte en el Curso Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista se puede constatar en la nota explicativa que realiza acerca de un Trabajo Práctico realizado por los Alumnos de la Clase de Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista - Diciembre 1926, que se publica en la Revista Arquitectura No. 112 del año 1927, donde más allá del conocimiento del trabajo de los estudiantes en particular, importa prestar atención a las observaciones que allí realiza, teniendo en cuenta que plantea:
“la nota explicativa sirva para en parte para despertar la curiosidad pública sobre problemas de urbanismo que se relacionan directamente con nuestra ciudad”.
Esa así que pone en relevancia que los valores reales del proyecto, a su juicio, residen en
“la sencillez del concepto, en la honestidad de trazados, en la aplicación clara de los principios del urbanismo moderno y en la solución práctica del problema del tráfico con amplias previsiones para el futuro”. Valores que se posteriormente serán aplicados en la realización del Plan.
Su intensa actividad profesional se divide en diversos ámbitos, en los que siempre adquiere notoriedad: participación en concursos, docencia en arquitectura, jurado en concursos, obras de arquitectura (Montevideo Rowing Club, Palacio Municipal, Hotel Rambla, vivienda-estudio propios en Sarmiento 230, entre una gran variedad más), proyectos de urbanismo (entre los que se destacan el Plan Regulador de Montevideo y el Plan Regulador de la Ciudad de Mendoza).
El equipo
Los que en aquel entonces eran estudiantes de arquitectura, Octavio de los Campos, Milton Puente, Hipólito Tournier y Américo Ricaldoni fueron alumnos de Cravotto en el Curso de Trazado de Ciudades y Arquitectura Paisajista. Es en 1928 que los tres primeros realizan el ejercicio académico “Plano Regulador de Montevideo”, mientras que Ricaldoni en el año 1929 realiza un ejercicio relativo al Prado. Este hecho sentaría un interesante antecedente para comprender la posterior conformación del equipo realizador del Plan, para el que Cravotto convoca a sus ex alumnos, por entonces nóveles arquitectos.
Es luego de la formulación del Plan (o sea a partir del año 1930) que el estudio de arquitectura conformado por De los Campos, Puente y Tournier realiza una serie de obras de arquitectura que se han tornado emblemáticas para la ciudad de Montevideo en tanto la instauración de una nueva modernidad arquitectónica, renovadora.
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De abajo hacia arriba: Octavio de los Campos, Hipólito Tournier, Milton Puente. 1929. Archivo DPT.
De abajo hacia arriba: Octavio de los Campos, Hipólito Tournier, Milton Puente. 1929. Archivo DPT.
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Cravotto y su equipo
VISIONES Y COMPLEJIDADES DE UN TRABAJO COLECTIVO
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Entre ellas podemos encontrar, entre los años 1930 y 1960: "Concurso de planos de la Casa de Salud" 1er. Premio. Av. L.A. de Herrera esquina Ramón Anador, Edificio "Centenario", Vivienda Sr. Italo Perotti, Vivienda Arq. Dighiero, Universidad de Mujeres (luego IBO), Edificio "El País", Edificio de apartamentos Sr. Augusto Sbárbaro, Vivienda Sr. P Seoane, Edificio de apartamentos Srta. Elena Sbárbaro, Tienda Caubarrere, Banco Aldave y Martínez.
El espíritu de la obra de estos arquitectos, en el que resalta la concepción moderna ya existente en el Plan, lo encontramos resumido en el análisis que realiza Artucio en “Montevideo y la arquitectura moderna”:
"En 25 de Mayo 555, en 1929 realizaron De Los Campos, Puente y Tournier un modernísimo edificio para escritorios. Es auténticamente nuevo, sin el menor elemento del pasado. De los primeros ensayos en escala grande. (…) El edificio, con sus ajustadas proporciones y con su ostensible modernidad temprana, rompió con muchos envejecidos preceptos, y sobre todo se liberó".
Paralelamente, Octavio De los Campos pone en relevancia una interpretación conservadora respecto al Plan Regulador para Montevideo:
“Nuestra ciudad no tiene un pasado histórico que defender. Montevideo no es París ni Roma; pocos son sus edificios de significación. Nuestro plan, más que por respeto, es conservador por economía. Construimos allí donde no hay nada, donde los espacios libres hacen posible la ciudad del futuro más grandiosa y feliz”. 3
El restante arquitecto del equipo, Américo Ricaldoni (firmante del Plan junto a Cravotto y de los Campos), se desempeñó como Director de la Oficina del Plan Regulador de la Municipalidad de Montevideo, creada en 1939. A esta oficina se le adjudican como cometidos el relevamiento topográfico del departamento, la compilación del “Expediente Urbano”, la planificación reguladora general y particular, entre otros.
Fue en ese marco que Ricaldoni tuvo altas potestades para la intervención y decisión a nivel urbano en Montevideo: ensanches, plazas, vialidad (jugó un importante papel como integrante del jurado en el concurso para la Ordenación plástica y funcional de la conjunción de las Avenidas 18 de Julio y Agraciada en 1941).
En órbita de dicha Oficina, donde se puede inferir la influencia de Ricaldoni, se realizan numerosos proyectos parciales de ordenamiento urbano y el Plan Director de 1956 para Montevideo. Este último refleja una influencia ciamista propia del urbanismo de posguerra a la cual Ricaldoni junto a Gómez Gavazzo y el Ing. Roig adscriben más adelante. Se registran algunas obras de su autoría, como la Casa de campo en la Carretera a San Jacinto y Residencias en Carrasco sur.
Sin embargo, lo que aquí nos interesa es poner en relevancia su entusiasmo como defensor de la planificación a nivel institucional, tal cual lo expresa en la Revista No. 8 IU del Instituto de Urbanismo (del cual fue integrante de la primera Comisión Directiva en su fundación en el año 1936), años 1942/43:
“así como se someten a un PLAN desde la conducción de una guerra hasta la conducción de un edificio, no sería posible dejar librados el nacimiento y la extensión de una ciudad a las contingencias de lo fortuito, ni al capricho de lo individual, ni a la improvisación de los ineptos.
Se encuentran en juego la seguridad, la salud, el bienestar, la prosperidad, los valores morales y el sentido estético de las agrupaciones sociales. Las urbanizaciones libres y espontáneas llegan, es cierto, a producir en algunos núcleos de reducida extensión el encanto de una expresión pintoresca dentro de una disposición satisfactoria; sin embargo, se esconde en ellos, generalmente, un latente conjunto de inconvenientes funcionales, higiénicos y económicos que se evidencian y agudizan tan pronto empieza la extensión urbana o se transforma la manera de vivir (…) La planificación técnica, reuniendo sabiduría y previsión, establece los lineamientos principales del organismo urbano y regula, en lo imprescindible, el libre albedrío de los pobladores mediante normas que encauzan las iniciativas individuales para que no se vea comprometido el bienestar común”.
Dentro del equipo se incluyó la figura del ingeniero colaborador, personificada en el ingeniero civil Santiago Michellini. Santiago Michellini, nacido en el año 1900, a los 22 años se gradúa de Agrimensor y tres años más tarde de Ingeniero de Puentes y Caminos.
Su actividad profesional está signada por los cargos ejercidos en el ámbito portuario, llegando a ocupar el cargo de Director General de Servicios Técnicos de la Administración Nacional de Puertos en el año 1952.
También desempeña funciones docentes desde el año 1926 en diversos centros de estudio: Escuela Industrial No. 4, Facultad de Arquitectura, Facultad de Ingeniería, Escuela Naval.
Es De los Campos que en el año 1932, quien deja plasmada en la Revista Arquitectura No. 175 en una reflexión sobre la ciudad de Montevideo, una serie de temas que es presumible pensar derivan, en parte, del conocimiento adquirido en función de la realización del Plan y de la experiencia de presenciar la ineficacia de los organismos competentes para llevar adelantes las etapas y tareas que implicarían la ejecución del visionario Plan.
Fuente fotografía: publicación Nuestros Ingenieros, de Mario Copetti, 1949
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Cravotto y su equipo
VISIONES Y COMPLEJIDADES DE UN TRABAJO COLECTIVO
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1- Salvador Schelotto, El anteproyecto de Plan Regulador de Montevideo : una mirada desde los 90
2- CARMONA, Liliana, GOMEZ María: “Montevideo: proceso planificador y crecimientos”, Instituto de Historia de la Arquitectura, Facultad de Arquitectura, 1999
3- Octavio De los Campos: Artículo del 1 de abril de 1931 relativo al Plan Regulador para Montevideo. En iha: Fascículo de Información, n.° 3. farq-udelar. Montevideo, 1963.
Labor intelectual a la cual alude Agorio que se debe entender como el resultado del trabajo de un equipo, de una conformación particular de individualidades, que bajo la dirección de Mauricio Cravotto, realiza audaces planteos. Planteos que culminan, gracias a la sumatoria de dichas individualidades, en determinado Plan Regulador para Montevideo, y no otro.
Al respecto plantea Agorio en el fin de su artículo: “En el estudio del plano regulador que nos ocupa hay una trama de hechos fundamentales cuya influencia rigurosa no se puede negar. De ese esqueleto surge una solución. - ¿ La única? - No. - Otras podrían plantearse porque los criterios de previsión no pueden ajustarse todos al mismo molde y además no olvidemos que, en una solución urbanística se fuerza un desarrollo hacia una forma integral que no tiene por qué ser única, pero que tiene justamente su valor cuando es un complejo armónico, asentado sobre un terreno de hechos. En una palabra, cuando es una solución ideal, en el sentido de perfección práctica”.
La labor intelectual: un equipo
L.C. Agorio, Decano de la Facultad de Arquitectura, en mazo de 1931 en un artículo publicado en la Revista Arquitectura No. 160, plantea que
“El plano regulador de Montevideo proyectado por el Arqto. Cravotto y sus colaboradores ofrece al análisis crítico uno de los esfuerzos más serios que en el terreno del Urbanismo han sido realizados entre nosotros. La amplitud de la composición y el margen de previsión calculado acercan el conjunto a las soluciones que podríamos llamar ideales. Quizá este carácter esencial pueda ofrecer, desde ahora, los argumentos más a mano a la crítica primaria y diletante. En el espíritu elemental, lo ideal se confunde con lo utópico, y es esta confusión la que es necesario despejar con un análisis profundo de las cosas”.
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Centros cívicos
EMBELLECIMIENTO, CARÁCTER, UTILIDAD
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En la revista Arquitectura Nº 48 de 1921 Mauricio Cravotto publica un artículo sobre los Centros Cívicos en Estados Unidos, algunos de los cuales se había interesado por conocer en un viaje reciente. Allí presenta croquis y planos del Centro Cívico de San Francisco desarrollando un lúcido discurso acerca del valor que esos espacios tienen para la ciudad.
En ese texto asocia con claridad la necesidad de los estudios de urbanización con la “agrupación de edificios y espacios en zonas urbanas que respondan en lo posible a determinadas actividades de los habitantes que forman una ciudad” 1. Y para ello habría que promover la realización de los “grupos urbanos que tienen relación con las funciones administrativas, públicas y educacionales” 2, los cuales deberían formar parte sustancial de los desarrollos planteados en los planes reguladores.
Más adelante proporciona una precisa conceptualización de los Centros Cívicos: “son en general agrupaciones monumentales, en amplias zonas y jardines, de edificios y dependencias destinadas a las funciones administrativas y de gobierno…” 3.
Adicionalmente, en las diapositivas del curso de Urbanística y Arquitectura Paisajísta que se conservan en 2 enormes biblioratos puede rastrearse el hilo narrativo que se utilizaba en las clases pare presentar el concepto. Allí las aperturas son bastante mayores tanto en el tiempo como en las variantes. En efecto, el rastreo histórico de la noción de Centro Cívico lo lleva hasta el Castillo de Howard y el Palacio Real de Caserta de los siglos XVII y XVIII respectivamente. El primero una típica country house de la aristocracia británica y el segundo un palacio barroco edificado por los Borbones en el reino de Nápoles.
Pero quizá lo más interesante de las clases es la derivación que sigue cuando, a continuación, presenta ejemplos de propuestas para Montevideo. Allí aparece un planteo para el sector del Palacio Municipal -que por ese entonces Cravotto estaba construyendo- con una serie de operaciones que abarcan tres manzanas adicionales. Dos enfrentadas al Palacio por 18 de julio que conforma una franca perspectiva para ese edificio y otra al este de esta última. En esa pieza urbana se arma un Centro Cívico tal cual lo describía como agrupaciones monumentales de edificios y jardines, asociados a usos institucionales y públicos. Una gran explanada que atraviesa la primera manzana dejando una plaza-calle en medio para continuar en otra gran plaza en la manzana siguiente hacia el norte, donde el espacio remata y se cierra entre dos bloques. Uno en L formado por edificios para UTE y ANCAP y otro lineal reservado para un hotel privado. Y frente a la apertura que genera la segunda plaza ubicaba el edificio central del SODRE.
Pero además arma una segunda secuencia de espacialidades, aperturas y cierres en la manzana donde se ubica el edificio del SODRE. Allí las plazuelas mediante un trazado intrincado de espíritu medievalista, conectan Barrios Amorín, Colonia y Mercedes conformando sobre esta última una pequeña plazuela de los músicos que animen la vida urbana.
Así era como imaginaba Cravotto estos espacios especializados que debían conquistarse en diferentes sectores de la ciudad de Montevideo para aportarle el carácter del que carecía una excesivamente homogénea ciudad. Al decir del propio autor, estas agrupaciones, tenderán a repetirse “ya que la extensión de las ciudades importantes modernas determina a veces la multiplicación de los centros urbanos en diferentes zonas de la ciudad”.
Diapositivas de antecedentes de Centros Cívicos en la historia
A continuación sigue una panorámica por los Centros Cívicos de América, algunos existentes como el de Springfield en Massachusetts, y otros en proyecto como el de Rochester, Saint Louis o el de Minneapolis. Pasando por supuesto por el anteriormente mencionado Centro Cívico de San Francisco, todos ellos muy alineados con los principios de la City Beautiful promovidos por Daniel Burnham.
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Centros cívicos
EMBELLECIMIENTO, CARÁCTER, UTILIDAD
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La ciudad podría así embellecerse y sus diferentes zonas tener espacios abiertos de enorme significación y carácter, todo esto muy alineado con el modo de hacer que Cravotto había visto en América, que no es otra cosa que el Arte Cívico que promovía Hegemann, del cual era fiel seguidor. “El arte cívico es un patrimonio vivo de los tiempos clásico, medieval y renacentista. Sin embargo, antes de comenzar en el camino que parece destinado a conducirlo a tan altos logros arquitectónicos en la América del siglo XX, pasó por un período de absoluto declive durante el siglo XIX”. Este espíritu era el que los arquitectos debían retomar. El final del artículo de la revista Arquitectura ya mencionado parece coincidir plenamente:
- Revista Arquitectura SAU nº 48, 1921
2 Ibíd.
3- Ibíd.
4- Hegemann, Werner: The American Vitrubius. An Architects handbook of Civic Art, New York 1922.
Propuesta para el Parque de los Aliados, diario El Día 21 de setiembre de 1921
Es por eso que también incorpora en la presentación en clase del tema Centro Cívico una propuesta que había realizado en 1921 para el Parque de los Aliados y que había publicado en el diario El Día con el título “El embellecimiento de Montevideo”. Allí hace un desarrollo sobre las posibilidades que tendría la ciudad como atractivo para los turistas que circularan por el cono sur. Un poco a la manera que él lo había estado haciendo durante esos casi 3 años de viaje por América y Europa. Y como centro de atracción fundamental planteaba el Parque de los Aliados como sitio de localización de un gigantesco foco de actividades culturales y deportivas. Con una serie de programas típicos de la época: Escuela de Pintura y Escultura, Conservatorio Nacional de Música, Escuela de Declamación y Arte Dramático, Escuela de Artistas Cinematográficos, Sala de Conciertos y Auditorium en honor a Rodó, Escuela de Artes Aplicadas, Escuela de Cerámica, Escuela de Arte Animalista, Zoológico, Stadium, etc.
“Los americanos consiguen por medio de los planos reguladores creados por arquitectos, realizar en períodos menores de 20 años, conjuntos monumentales, que por ser ejecutados de acuerdo con un plan arquitectónico ampliamente concebido y bien estudiado, tienen la sugestión de las grandes obras artísticas, sugestión derivada:
de la armonía del conjunto edilicio
de la ordenación en los edificios y en los jardines
de la fineza en el detalle
de la nobleza del material y
de la acertada dirección artística y técnica de los arquitectos dedicados al amplio tema de la urbanización”
Diapositivas de la propuesta de Centro Cívico del área del Palacio Municipal
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Parkways
DE DISPOSITIVO CONCILIADOR NATURALEZA-CIUDAD A TÉCNICA DE CONTROL Y EXPANSIÓN
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La cuestión del parkway como dispositivo fundamental en los planes de la época guarda relación con una problemática que nace en conjunto con la ciudad moderna. El desmesurado proceso de expansión iba alejando gradualmente la naturaleza y resultaba evidente la necesidad de encontrar una “pieza proyectual” que restableciera el equilibrio perdido.
Es conocido el movimiento a favor de los parques y los parkways en América que convencionalmente se vincula a Frederick Law Olmstead y sus preocupaciones por el paisaje y una no menos relevante inquietud por la segregación de los modos del tráfico -peatonal y a sangre para la época- que define de manera incipiente algunas pautas que se convertirán en invariantes.
Sin embargo no es igualmente conocido el origen que Cravotto explicita de manera equivalente en las preocupaciones del barón Haussmann y sus acciones en el París de la segunda mitad del SXIX. Los bulevares arbolados que conectan edificios significativos y trazan líneas verdes en la abarrotada metrópolis compartirían las mismas inquietudes de inicio.
Esto al menos es lo que se puede comprender a partir de la evolución que traza en las clases del Curso de Urbanística del cual se conservan dos biblioratos con copia de las diapositivas. Allí se presentan ordenados temáticamente, una serie de tópicos sobre los cuales se reflexiona y se muestran ejemplos paradigmáticos. Y de esa forma puede leerse la línea de evolución que interpreta Cravotto en el capítulo dedicado al parkway.
La línea de reflexión presentada en esas clase, nace entonces en París y sus bulevares y continúa luego en otras experiencias similares como por ejemplo el Paseo Martí de La Habana, realización de Jean Claude Nicolas Forestier paisajista francés, miembro de la Societé Francaise des Urbanistes (SFU) fundada en 1911 y colaborador de Noel para el Plan de Buenos Aires de 1924.
De inmediato se conecta con la experiencia más propia de América, presentando los parkways de New York realizados en las décadas del 20 y 30 por impulso de Robert Moses y la Long Island State Park Commission, como el caso del Northern State Parkway. En diapositivas siguientes la línea del relato conecta con modelos de parkway más cercanos a las autopistas regionales, tanto costeras como mediterráneas. Allí aparecen algunas que permiten el acceso a las playas de la región de New York así como otras de Miami que se caracterizan por su condición costera.
El programa de las autopistas paisajísticas que apuntalan el desarrollo de la planificación de la ciudad en la región, tenía características propias en las metrópolis de América, país que Cravotto había visitado y recorrido en automóvil a inicios de la década del 20.
Las características que la evolución en la noción del parkway hacen converger pueden listarse con cierta precisión: por un lado en América las distancias son mayores y las vías atraviesan zonas naturales o poco antropizadas, por lo cual el carácter de vía verde es casi una fatalidad inevitable.
Por otro lado se mantienen varios de los originales planteos de Olmstead: segregación del tráfico vehicular del peatonal, agregación de vegetación de manera de “dar carácter” a la vía, rechazo de los cruces a nivel por los accidentes que causan.
Pero por sobre todas las cosas el parkway es un tipo de experiencia moderna que combina la visión del paisaje desde el auto, con la sensación de la máquina deslizándose sin freno, a toda velocidad.
Una particular manera de empatía entre el paisaje y la máquina, mediada por la velocidad.
Pero aún queda un tramo más en esta recorrida por la noción de parkway y la aplicación realizada por Cravotto en el Plan Regulador de 1930: revisando los comentarios del Jurado que había fallado en el Concurso Internacional de Proyectos para el Trazado General de Avenidas y Ubicación de Edificios Públicos, pueden leerse similitudes con la propuesta de Joseph Brix, ganador del Segundo Premio. Las críticas realizadas a ese proyecto referían a las vías tortuosas y a los cambios bruscos de dirección que se plantea en las vías de circulación arboladas.
Sin embargo Américo Ricaldoni, en una conferencia dictada en la Facultad en 1942 titulada “La planificación urbanística en la evolución de Montevideo” menciona que “El proyecto del Profesor Brix muestra una doctrina completamente diferente.
Diapositivas de la Northern State Parkway: realización y proyecto
Diapositivas del Curso de Urbanística y Arquitectura Paisajista coordinado por Cravotto recopilación de 1947
Diapositivas de parkways en el sistema regional de New York
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Parkways
DE DISPOSITIVO CONCILIADOR NATURALEZA-CIUDAD A TÉCNICA DE CONTROL Y EXPANSIÓN
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Su característica más saliente es la creación de un sistema de avenidas en forma de ‘parques lineales’, pintorescos y decorativos, perfectamente adaptados a la configuración topográfica y enlazando un conjunto de ‘espacios verdes’. El proyecto de Brix estuvo sin duda inspirado en los planos de su compatriota Stübben y en las doctrinas del suizo Camilo Sitte”. Estos comentarios elogiosos de quien había participado en el equipo del Plan Regulador se relacionan con el acento puesto en la evaluación de los propios jurados que habían manifestado que el proyecto de Brix era “el más técnico de todos”, sugiriendo su concepción de avanzada. En definitiva, habiendo pasado un tiempo desde aquel concurso, el dispositivo se apreciaba como una herramienta renovadora.
El Plan Regulador de Cravotto agrega otros componentes al sistema de parkways aumentando su complejidad. Ya no son solamente vías arboladas o parquizadas que comunican al interno de la ciudad o conectan con la región. Ahora también son las zonas donde se incorpora la mayor densidad de la Ciudad Futura mediante los 50 rascacielos que lo acompañan. Y paralelamente se convierten en el anillo que define los límites de expansión para las diferentes áreas de la ciudad.
Estos dispositivos que inicialmente surgen como mecanismos conciliadores entre naturaleza y ciudad se convierten en la propuesta del Plan Regulador en técnicas específicas del control de la expansión urbana y en la punta de lanza de las alternativas más radicales anidadas en el Plan.
Finalmente cabe una mención evidente al imaginario de La Aldea Feliz y sus parkways pensados como rutas de conexión paisajística que permitirían a quien atravesara el territorio nacional, recorrer de un lado a otro por vías verdes, desviándose hacia las múltiples aldeas, por rutas en peine. Este modelo, también desarrollado para el parkway atlántico agrega una novedad más a la exploración: la construcción de un imaginario alternativo de uso del suelo a escala de todo el territorio nacional y la colectivización del recurso parque asociado a las vías de circulación, incluso pensado por el propio Cravotto como anticipo a la apropiación privada de los suelos más valorizados.
Bastante más adelante en el tiempo, en 1948, cuando una comisión asesora integrada por el propio Cravotto junto a Hareau, Lombardi, Menchaca, Rivero y Gómez Gavazzo, presenta un informe sobre la construcción de una carretera a Punta del Este el discurso se transparenta por completo: “Una carretera no es un mecanismo o instrumento que se deba adornar o embellecer ulteriormente, después de trazado como línea inicial, sino todo lo contrario, un ejemplo nacido, concebido, con armonía tectónica y espacial. Una carretera puede y debe utilizar y al mismo tiempo exaltar el modelado inviolable y los valores esenciales del paraje por el cual transcurre, convirtiéndose así en una verdadera obra de arte, la más expresiva de la era dinámica que estamos viviendo (…) El automovilista actual necesita sedantes amenos y amplios panoramas para su nueva velocidad de percepción”.
Tapa de "El libro del centenario del Uruguay, 1825-1925: condiciones y riquezas naturales".
Croquis explicativo del parkway atlántico realizado por Cravotto. Fuente: Fundación Cravotto.
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El debate entre Vilamajo y De Los Campos
VISIONES ENFRENTADAS ACERCA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CENTRO CÍVICO
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El viernes 27 de marzo de 1931, apenas un mes después de que el Plan Regulador fuera presentado al Consejo Departamental de Montevideo, aparece publicada una nota del Arquitecto Julio Vilamajó en el diario El Día, titulada “Sobre el plano regulador de Montevideo”. Pocos días después, el 1º de abril en el mismo periódico, se publica una respuesta del Arq. Octavio de los Campos titulada “Sobre el plan regulador de Montevideo”. Finalmente, el 7 de abril Vilamajó vuelve a publicar una respuesta final ahora titulada “Sobre el plan regulador de Montevideo”. En estas tres instancias de ida y vuelta se plantea un debate en torno a la problemática del centro de la ciudad y la propuesta del equipo de Cravotto de desplazarlo a la zona aproximada de Tres Cruces.
El detalle del título de las notas no es menor: el saber urbano, avanzando de manera incipiente hacia la cientifización estaba comenzando a dejar de lado el término plano regulador sustituyéndolo por plan regulador. Una pérdida de una sola letra que significaba mucho para quienes estaban al tanto de los avances disciplinares.
Cravotto, formado en contacto con Jaussely ya había notado esta diferencia y el Plan de 1930 adscribía a estas tesis. Su maestro había dicho en las conferencias que dictó en 1926 en Montevideo: “el urbanismo es una ciencia y un arte del cual se benefician sobre todo las grandes ciudades… es la ciencia de la construcción de las ciudades, el arte de edificar aglomeraciones (…) solo que hoy en día ello se hace siguiendo ciertos principios, ciertos datos científicos, que corresponden sin duda a las necesidades de la época actual”.1 Este nuevo modo de hacer el urbanismo requería del estudio sistemático y científico metódicamente realizado y de la elaboración de un profundo Expediente Urbano que garantizara un diagnóstico exacto. Y posteriormente, de una serie de planos organizados también sistemáticamente para poder dar el sentido completo de las operaciones a realizar. Algunas materiales y otras organizativas o de gestión, por lo cual además el plan debía estar acompañado de una memoria escrita.
Por el contrario, Julio Vilamajó parecía manejar una visión disciplinar anterior, donde el plano regulador oficiaba de representación gráfica total de las transformaciones materiales a desarrollar. Y como representación gráfica estaba limitada a esas modificaciones materiales representables, que en general consistían en ensanches, aperturas de avenidas y ubicación de edificios públicos.
Algo así como el programa transformador que estaba presente en el Concurso de las Avenidas de 1911. Conviene recordar que mientras estuvo becado en Europa solicitó permiso para hacer un plano regulador para Montevideo desde allí. Sin embargo una comisión integrada por Baroffio, Agorio y Acosta y Lara le responden que consideran su propuesta "inoportuna como elección de tema e inadecuado como trabajo para hacer lejos de Montevideo, sin los datos que se requieren como documentación básica de los estudios de urbanización... Ese tema preciso y de necesaria subordinación a las condiciones de hecho, exige ante todo una serie de datos... la faz práctica, legal, económica de las que dependen primordialmente las condiciones de realización de todo plano regulador (sic) que aspire a ser algo más que la exteriorización de hermosas ideas quiméricas". Y finalmente deciden “comunicar a dicho Señor que (...) ya que demuestra una predilección por los estudios urbanistas, debería seguir un curso de esas disciplinas modernas”. 2
Pero volviendo al debate, en su primera intervención desde la prensa Julio Vilamajó fija claramente su posición: “Montevideo tiene los caracteres de una planta silvestre nacida en tierra fértil a la cual desde hace poco se le comienza a aplicar correctivos para encauzar la maraña que la ha invadido”. Esta metáfora de la ciudad como planta constituye el núcleo de la visión predominante de la época. Impulsada por Marcel Poëte era una combinación de las visiones de la Geografía Humana de Vidal de La Blache -quien preconizaba la necesaria comprensión del hombre en relación a su región- y el Espiritualismo y Vitalismo de Henri Bergson -que promueve una búsqueda interior en la conciencia como mecanismo para comprender el mundo y oponerse al mecanicismo que todo lo intenta explicar.
La manera de operar que definía Poëte en sus tesis venía fuertemente vinculada a su formación de historiador y a sus estudios sobre el nacimiento y la evolución de la ciudad de París. El urbanista debía ser capaz de tener empatía con la ciudad sobre la cual operaba. Debía tener una visión historicista y científica a la vez. Desde el punto de vista histórico debía ser un experto en la evolución que la ciudad había tenido para llegar al estado actual. Desde el punto de vista científico debía fundarse en el conocimiento aceptando a la vez cualidades como la intuición. El conocimiento empatético, surgía mediante el contacto directo inmediato con el objeto que se quiere entender, penetrando dentro del mismo.
Sin embargo Cravotto también estaba muy influenciado por Marcel Poëte. Había tomado sus cursos en el Institut d’Urbanisme de l’Univeriste de Paris. Y en particular también unas conferencias de verano en l’Ecole de Beaux Arts en el año 1920. Esas conferencias versaban justamente sobre la evolución de la ciudad de París. No en vano las coincidencias entre sus discursos son varias y recurrentes. Poëte dice en su libro Introducción al urbanismo. La evolución de las ciudades: la lección de la antigüedad: “La ciudad es un ser humano colectivo que evoluciona a lo largo del tiempo, modificándose, desarrollándose o decayendo hasta morir”. Y mientras tanto, Cravotto asiente desde la memoria del Plan Regulador: “La ciudad, organismo colectivo, al crecer desmesuradamente, puede modificar ese funcionalismo, por obra colectiva, empobreciendo su propia vitalidad.” Es decir que nociones como la empatía y la importancia de lo histórico les eran comunes.
Primera nota de Vialamjó en el diario El Día, 27 de marzo de 1931
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El debate entre Vilamajo y De Los Campos
VISIONES ENFRENTADAS ACERCA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CENTRO CÍVICO
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Quizá esto puede explicar por que la respuesta a las observaciones de Julio Vilamajó la hace Octavio de los Campos. Se ha hecho corriente la interpretación que manifiesta un cierto desdén de Cravotto hacia Vilamajó, razón por la cual enviaría a su colega -bastante menor en años- a responder las observaciones mencionadas. Esta explicación no parece ser otra cosa que un mito alimentado en varias anécdotas nunca probadas, sobre una supuesta rivalidad entre ambos vecinos por Bulevar Artigas. Analizando sus posiciones sería más justo asumir que Cravotto no contesta porque se siente aludido en sus creencias por las observaciones que le realizan. Es decir que de alguna manera comparte la visión poëtiana que Vilamajó postula. Y que de los Campos no es un enviado de nadie, sino que expresa su visión mucho más moderna y radical, algo que dejará en evidencia en algunos artículos escritos en la revista Arquitectura de la SAU durante el año 1932. 3
Pero volvamos a la posición de Vilamajó: la crítica que realiza pone en cuestión la intención de forzar a la ciudad de Montevideo -originada como ciudad costera- para asemejarse a una ciudad hinterland con el centro en el baricentro de su forma. La prueba estaba en que para conciliar su expansión gradual concéntrica con su condición ribereña, los autores del Plan Regulador deben realizar otras dos operaciones igualmente artificiales a la manera de ver de Vilamajó: limitar el crecimiento de la población a 3 millones de habitantes y establecer límites al crecimiento en el territorio mediante un parkway de cintura que oficia de “muralla”. Todo esto no resiste la visión empática que tiene con Montevideo y así lo manifiesta claramente en su nota: “Urbanizar (…) es exaltar la vida espontánea”. Y culmina resumiendo con gran claridad su tesis: “Expongo estas generalidades sobre el problema en su realidad actual y sobre el plan propuesto, pues éste a mi manera de ver no plantea un futuro que sea continuación lógica del pasado”. Lo que preocupa a Vilamajó del Plan Regulador es su aparente incapacidad para comprender el modo en que la ciudad ha evolucionado como punto de partida para planear su futuro. La falta de empatía por parte de los autores.
La respuesta de Octavio de los Campos revela su ubicación en una posición claramente opuesta: “La planta es obra de la naturaleza y responde a su sabiduría; la ciudad es obra del hombre colectivamente y responde a las razones más variadas”. Y en este caso la razón fundamental tiene que ver con las dificultades de ubicar dentro de la península -sitio donde nace Montevideo- todos los equipamientos que la ciudad moderna requiere. La visión para de los Campos sigue siendo la que entiende la ciudad como un organismo, solamente que ahora el urbanista -el hombre- debe tomar el control de la ciudad y su evolución para satisfacer las razones necesarias: “razón económica (…) que ordena la ubicación a igual distancia del resto de la ciudad, de ese centro formado por organismos comunes”. Es decir que la ciudad organismo para de los Campos no requiere una visión exclusivamente empática o al menos al momento de operar debe primar la razón -que impone modificaciones- sobre la intuición y la evolución natural del organismo.
No hay que olvidar que en el discurso de los urbanistas alemanes de la época (que Cravotto también conocía y tomaba como referentes) el objetivo de las operaciones de transformación, guardaba relación con conseguir la constitución de una ciudad armónica y esto estaba asociado a la forma concéntrica. De esa manera el valor del suelo se organizaba de manera decreciente en la medida que avanzaba hacia los bordes de la ciudad. Y esa era la principal preocupación de personajes como Baumeister y Stübben que están en el origen de la construcción de la urbanística alemana. Al decir de Giorgio Piccinato: “El desmembramiento de la ciudad en una suma de propiedades individuales (…) reclama la instauración de una coherente y homogénea política de gestión (…) Es necesario tener bien claro este punto porque en la literatura tardía siempre se ha insistido en las motivaciones sociales de la planificación (…) el objetivo de fondo, que condiciona y justifica a todos los demás, es el de maximizar y distribuir homogéneamente la riqueza derivada del aumento de valor de los suelos”. 4
Finalmente de los Campos busca exponer a Vilamajó como un conservador preocupado por el mantenimiento de los edificios históricos de la Ciudad Vieja, algo que ha dado lugar a equívocos persistentes sobre las visiones de ambos. “Nuestra ciudad no tiene un pasado arquitectónico que defender. Montevideo no es París ni Roma; pocos son sus edificios de significación. Nuestro plan más que por respeto, es conservador por economía. Construimos allí donde no hay nada”. Resulta obvio que los asociados a Cravotto en la realización del Plan Regulador de 1930 pertenecían a una generación más joven. De hecho entre los documentos de la época que aún se guardan en el ITU en una carpeta titulada “Trabajos de alumnos” es posible encontrar material administrativo donde figuran todos ellos. Ricaldoni realizando como ejercicio un trabajo sobre el “Prado” en 1929 y de los Campos, Puente y Tournier realizando como ejercicio un “Plano regulador de Montevideo” en 1928.
Respuesta de Octavio de los Campos en el diario El Día, 1º de abril de 1931
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El debate entre Vilamajo y De Los Campos
VISIONES ENFRENTADAS ACERCA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CENTRO CÍVICO
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Evidentemente Cravotto reúne en el equipo de trabajo a un grupo de sus jóvenes estudiantes más aventajados. Es así que la palabra y las propuestas de estos jóvenes se estaban comenzando a escuchar. No en vano de los Campos cierra su nota presentando una visión más rupturista y arriesgada sobre lo que significa la disciplina: “urbanizar es mirar hacia adelante”.
En la última de sus notas Vilamajó hace un curioso esfuerzo por conciliar con de los Campos: “Contesto con mucho agrado al amable colega O. de los Campos, continuando la somera exposición de los hechos y sus posibilidades futuras de acuerdo con las normas establecidas que constituyen la fuerza histórica, si así puede llamársele, por ser esta el impulso que debe llevarle hacia adelante”. Es decir que a la manera de ver de Vilamajó sería posible urbanizar exaltando la vida espontánea y a la vez, de esa manera, mirar hacia adelante.
Esto lo plantea sobre la base de la evolución que la orientación de la ciudad tiene, y frente a la cual, las tensiones provocadas por el nuevo Centro Cívico irradiarían en sentido opuesto. Vilamajó vuelve a la carga -armado de gráficos incluso- con su preocupación por el valor que posee la evolución histórica de Montevideo, como ciudad que se extiende desde la península hacia el este.
Esta misma evolución es la que debe contemplarse si se quiere mirar hacia adelante. Y de paso aclara con ímpetu que no es por los monumentos que está preocupado sino por la razón histórica de la evolución natural de la ciudad “pues ella representa el trabajo acumulado de los hombres, representado por sus obras”. Nuevamente aparece la ciudad como organismo colectivo.
No conforme con estas argumentaciones Vilamajó intenta demostrar el error del traslado del Centro Cívico con argumentaciones económicas: “puede suceder que el crecimiento natural por su derecho a existir adquirido, subsista y entonces el núcleo propuesto tenga una vida poco intensa (…) y no adquiera la importancia necesaria para tener el nombre de tal o que el núcleo se desarrolle y entonces vaya en contra de lo creado, cumpliéndose un fenómeno retardatario al hacer indecisas las posibilidades y traer como consecuencia el retraimiento de los capitales necesarios para ejecutar las obras … ”. Es decir que el centro propuesto podría tener dos consecuencias graves de realizarse: o bien no desarrollarse demasiado -hay que recordar que era una zona bastante vacía de la ciudad en 1930- o bien ejercer de competencia para el centro histórico y al generar incertidumbre sobre el futuro desarrollo de la ciudad, detener la evolución y dar lugar a la especulación.
El razonamiento de Vilamajó resulta muy interesante pues su principal preocupación parece relacionada con el rol del urbanista como impulsor del desarrollo. Y con la necesidad de ubicar las propuestas en relación a las capacidades de evolución que el propio organismo urbano tiene. Nuevamente la noción de empatía, solamente que aplicada al avance y progreso.
Este debate quedaría cerrado en estos términos de no ser por un par de detalles más. Por un lado una especie de actualización que Cravotto presenta del Plan Regulador en 1937 y por otro lado una entrevista que le realiza a Vilamajó el diario argentino La Nación y que es publicada el 28 de junio de 1931.
En un plano realizado por Cravotto y titulado “1932-1937. Desarrollo de algunas ideas del Plan Regulador publicado en 1930” aparece una versión revisada del Centro Cívico. De hecho en las referencias aparece una denominación diferente: “centros caracterizados, centros cívicos y vías troncales más importantes de Montevideo”. Con ese apelativo aparecen en el plano una serie de 18 centros cívicos que caracterizarían diferentes sectores de la ciudad, todos ellos con una cierta escala equivalente. Es decir que el partido del Plan evoluciona desde aquel gran Centro de la Ciudad propuesto en 1930 a esta suma de pequeños centros cívicos y caracterizados de 1937. En dicho plano la propuesta para la zona aproximada de Tres Cruces contiene solamente un edificio para Presidencia y sus Ministerios y se ubica de Bulevar Artigas hacia el oeste, metido en la trama urbana de la zona. Además está asociado a un parkway urbano propuesto sobre la Avenida La Paz que conecta con el puerto de Montevideo.
Los otros 17 centros contienen operaciones urbanas y edilicias de similar escala y magnitud. Podría decirse que con el paso del tiempo aquella propuesta radical del Plan Regulador de 1930 deja en evidencia su carácter comunicativo y pedagógico, abandonando el peso de las operaciones propuestas y repartiendo las transformaciones de manera equitativa en la mayor parte de la ciudad. Todas ellas en conjunto parecen dotar a Montevideo de un sistema de operaciones de plazas y espacios públicos muy en línea con la critica que Camilo Sitte había formulado a la ciudad moderna a partir de la Ringstrasse de Viena. Y todas ellas podría decirse que impulsan y continúan la evolución desde la península donde la ciudad tiene su élan vital. Parecería ser como ya se ha mencionado, que algunas de las observaciones de Vilamajó eran compartidas por Cravotto.
Listado de estudiantes del curso de Urbanismo donde figuran los estudiantes de los Campos, Puente, Tournier y Ricaldoni
Segunda nota de Vialamjó en el diario El Día, 7 de abril de 1931
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El debate entre Vilamajo y De Los Campos
VISIONES ENFRENTADAS ACERCA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CENTRO CÍVICO
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Mientras tanto, Julio Vilamajó vuelve a la carga ahora desde las páginas de La Nación, en una entrevista titulada “Reportajes uruguayos. El plan regulador de Montevideo”. Allí vuelve a centrar el tema en la discusión sobre el traslado del Centro Cívico pero con un giro singular: define la visión de Cravotto y su equipo como una teoría de desplazamiento horizontal dado que el crecimiento que proponen se basa en una expansión impulsada por la reubicación hacia el este del Centro Cívico. Frente a esto postula su teoría del desplazamiento vertical, basada en la evolución tradicional de la ciudad y respetuosa de las líneas de su fuerza expansiva. Lo sorprendente es que dicha teoría supone necesariamente la sustitución de gran parte de la masa urbana edificada por construcciones elevadas, empezando por la Ciudad Vieja. La lógica operativa consiste en la habilitación de mayor altura de edificación en los predios a cambio de un retraso en la línea edificatoria.
Vilamajó habla de la gran oportunidad que el “momento actual” significa dado el avance en las tecnologías de la construcción y el impulso a las inversiones que significaría para quienes disponen de suelo en el área. Estos serían los que se interesarían en valorizar más la zona de la Ciudad Vieja, privilegiada y limitada en cantidad de lotes. Con el espacio ganado se podría resolver así los problemas de movilidad del tráfico que ya eran notables en la época.
Tal vez lo más asombroso de la propuesta sea la singular amalgama que Vilamajó encuentra entre ese proceso de sustitución y la conformación del carácter del que Montevideo carece. Hay que recordar que la discusión sobre el carácter era típica de la época y había impulsado planos y planes reguladores variados, así como proyectos específicos en torno a los edificios públicos.
Aquí el carácter para la ciudad también estaría promovido por la acción privada: la afirmación del valor del suelo y la sustitución completa de la historia como métodos podrían hacer emerger una ciudad simbólicamente adecuada y con sus rasgos identificatorios propios. Vilamajó se muestra aquí como un heraldo de la modernización. Parecería que ahora realmente las cosas pueden interpretarse al revés: el “verdadero moderno” sería Julio Vilamajó y el “auténtico conservador” Octavio de los Campos.
Plano de desarrollo de propuestas relacionado al Plan Regulador, año 1937. Fuente: Fundación Cravotto.
Entrevista a Vialamjó en el diario La Nación de Buenos Aires, 28 de junio de 1931
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Propuesta de Cravotto para la Ciudad Vieja, 1938
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El debate entre Vilamajo y De Los Campos
VISIONES ENFRENTADAS ACERCA DEL DESPLAZAMIENTO DEL CENTRO CÍVICO
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Pero aún queda una derivación más. En la revista del Instituto de Urbanismo Nº 4 de 1938 Cravotto publica un artículo con el título “Contribución al estudio del descongestionamiento del centro extremo de la península de Montevideo (Zona Bancaria) y formación de un ‘Centro Cultural’ retrospectivo”. Allí describe este estudio de detalle como formando parte de un “plan general de la península” que aparece publicado en páginas siguientes y que no es otro que el plano antes mencionado “1932-1937. Desarrollo de algunas ideas del Plan Regulador publicado en 1930”.
Cravotto describe con precisión la teoría que gobierna estas operaciones y la técnica precisa para su aplicación: “Como ya en otras ocasiones he expresado, las transformaciones urbanas de nuestra ciudad en sus zonas centrales, considerando el amanzanamiento heredado, sólo pueden efectuarse con poco dispendio creando ‘huecos’ en la edificación y en las calles, capaces de permitir un reordenamiento de la masa edificada”. Es decir, un tipo de operación muy similar al propuesto por Vilamajó en la entrevista antes citada sumando una serie de aperturas de huecos en la trama en torno a los edificios públicos que retoman la “tradición itálica de las piazzettas”. Pero además, asociando a esto, el ensanchamiento de las calles mediante el retiro de la edificación dado que “estas operaciones urbanas, pequeñas en sí, pueden resolver para siempre el problema del descongestionamiento del centro peninsular”. ahora localizado en las calles Rincón, Pérez Castellanos y Buenos Aires.
Como se ha visto el rastreo de este debate permite evidenciar algunos aspectos sustanciales de las reflexiones teóricas sobre la ciudad y conecta claramente con las técnicas del hacer. La consabida comprensión del urbanismo como ciencia y arte, que dominaba el pensamiento de la época, se hace visible en este episodio. Por un lado el saber científico aplicado a la comprensión de la evolución histórica del organismo así como a sus problemas de tráfico, movilidad, etc. Por el otro el saber hacer artístico de quien al conocer las reglas y técnicas de la disciplina puede, empáticamente, ajustar el comportamiento de ese organismo hacia el futuro.
Lo interesante es que los personajes que intervienen en este episodio dejan ver entre líneas algunas coincidencias mayores a las supuestas. Al parecer las posiciones de Cravotto y Vilamajó -como sus casas- no estaban tan lejos.
1- Revista Arquitectura SAU Nº 107, 1926.
2- Extraído de Nudelman, J. “Tres visitantes en París. Los colaboradores uruguayos de Le Corbusier”, Montevideo 2013.
3- Críticas a algunos aspectos de las conferencias de Hegemann (Nº171, 1932) y comentarios sobre la evolución desordenada de Montevideo (Nº175, 1932)
4- Piccinato, Giorgio: La construcción de la urbanística. Alemania 1871-1914. Oikos-Tau, Barcelona, 1993.
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La sucesión de operaciones en la Ciudad Vieja estarían “concebidas como espacio ordenador de la plástica colindante y como refugio del peatón, el cual tiene aún todo el derecho a un espacio -que le va robando la máquina- para abstraerse, para descansar, para soñar, para sentir, aunque sea por instantes, que su ser es parte de una armonía arquitectónica y espacial, tan difícil de obtener en las calles monótonas de nuestra ciudad”. Nuevamente la búsqueda de la empatía entre el urbanita y su ciudad está presente en el discurso, así como el dotar de carácter a una ciudad que es exasperantemente homogénea. Un discurso y una operativa que como es habitual en la manera cravottiana de operar, conecta claramente con las tesis de Sitte.
Y con una técnica específica aplicada que se asemeja bastante a la prescrita por Vilamajó. De hecho es éste último al realizar el edificio Juncal -que ocupa toda la cuadra de la calle Juncal entre Rincón y Paraná- quien emplea un retiro voluntario para las plantas residenciales manteniendo la alineación del basamento comercial, en un ejercicio que está a medio camino de las reflexiones teóricas que se cruzaban en torno a este tema. Y de la propuesta específica para esa manzana que hacía Cravotto.
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Prefiguraciones
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16 ejercicios de estudiantes realizados en 2016, FADU.
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Prefiguraciones
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16 ejercicios de estudiantes realizados en 2016, FADU.
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El Plan en la prensa de la época
En este apartado se presentan artículos publicados en la prensa Montevideana así como intervenciones en el Concejo Departamental durante el desarrollo y presentación del Plan Regulador.
En relación a los artículos de la prensa, sorprende el poco interés que se constata por la propuesta desarrollada por Cravotto y equipo. Artículos muy breves, con poca o casi ninguna descripción del Plan, elogios superficiales y genéricos nos hablan de una mirada relativamente desinteresada hacia la propuesta. Esta constatación se vuelve particularmente significativa si tomamos en cuenta la estrecha relación entre Baltasar Brum, miembro de la comisión prestigiadora (84) y la prensa de la época.
En referencia a las intervenciones en el Concejo de Administración local, si bien se destaca un incipiente interés por "los asuntos que plantea el progreso de nuestra capital"(85), como se lee en las felicitaciones a la Facultad de Arquitectura por "la labor desarrollada en el curso de urbanismo" (86) (curso del que M. Cravotto era profesor titular), es evidente cierto carácter indiferente frente al desarrollo y presentación de la propuesta. De hecho, es significativo que durante el periodo en el que el Plan Regulador esta siendo desarrollado por Cravotto y equipo, estando la administración local al tanto de dichos trabajos, el concejal Feliciano J. Presno propone la realización de un concurso internacional para "un plan general de urbanización del departamento de Montevideo".
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84- Baltasar Brum habia sido co-presidente junto a César Batlle del diario El Día.
85- Boletín Municipal de Montevideo, N 329 - 352, 1931, Tomo 16
86- Boletín Municipal de Montevideo, N 329 - 352, 1931, Tomo 16
Prensa de la época.
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INSTITUCIONES
Este trabajo es resultado de la propuesta de la Cátedra de Teoría y Urbanismo II del ITU, presentada al llamado a proyectos Investigación edición 2015.
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN
Pablo Ligrone
Lucio de Souza
Pablo Sierra
Lorena Logiuratto
Santiago Benenati
Débora Vainer
Victoria De Álava
AGRADECIMIENTOS
Fundación Cravotto,
especialmente a Eduardo Álvarez por su colaboración con el equipo de trabajo
Martín Fernández
Carlos Baldoira
Área de Fotografía del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes
Mariana Imhof
Mario Bellón
Mery Méndez
Instituto de Historia - FADU
PRESENTACIÓN INTERACTIVA
Francisco Magnone